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Los precios de los alimentos son ahora un 10 por cien más caros en Balears que hace un año. Es el último dato sobre la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC). En septiembre, la Organización de Consumidores y Usuarios cuantificó el aumento en el 14,1 por cien, con un gasto medio anual de 6.019 euros. Este era algo menor a la inflación registrada durante el 2022, que fue del 15,4 por cien, según el estudio anual de la OCU. Por grupos de alimentos, el aceite lidera los aumentos, con un 42,2 por cien más que hace un año y un 25 por cien más desde enero. En segundo lugar, el azúcar, con un alza del 37,6 por cien.

En este escenario inflacionista los salarios han subido un 4,8 por cien interanual, descontados los efectos estacionales. Y a pesar de que se registran aumentos por encima de la inflación, no son suficientes para que los trabajadores recuperen el poder adquisitivo perdido antes de la pandemia de la covid por la espiral de inflación disparada. Se afirma que la inflación es el «impuesto de los pobres» pero los incrementos de precios son universales, y quienes tienen menos recursos los sufren con mayor intensidad. También hace caer la capacidad de compra, además de retraer el consumo. Es preciso aplicar medidas más eficaces para recuperar el poder adquisitivo y la capacidad de gasto para no caer en el decrecimiento.