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La Fiscalía pide una pena de 8,5 años de cárcel para un ciudadano que intentó matar a un médico en una clínica de Palma. El doctor le llamó la atención porque grababa con un móvil en la consulta, y el paciente, al que no le gustó la amonestación, lo atacó con unas tijeras quirúrgicas. Lo preocupante es que los ataques a enfermeros, médicos y sanitarios se repiten con demasiada frecuencia y se han disparado en los últimos tiempos en Balears. El año pasado el Govern anunció que habría vigilantes de seguridad en algunos centros de salud, para garantizar su correcto funcionamiento. De hecho, somos la cuarta comunidad con más agresiones a enfermeras durante 2022, lo que da una idea de la dimensión del problema.

Las vejaciones e insultos a estos profesionales se suceden con demasiada frecuencia, cuando no las agresiones físicas o las amenazas de muerte. Es una dinámica que tiene que erradicarse. El Consejo General de Enfermería, en colaboración con la Policía Nacional, ha elaborado un plan para prevenir estas agresiones verbales y físicas a los sanitarios, una medida insuficiente,    porque los incidentes en los centros de salud continúan a un ritmo imparable. Solo queda que la Justicia resuelva con la máxima dureza que permita la Ley los casos acreditados de agresiones a sanitarios y médicos que llegan a los tribunales.