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La Policía Nacional ha detenido en Mallorca a un pedófilo con 10.000 fotos y vídeos de pornografía infantil, lo que constituye una de las cifras más altas en Balears. Esta lacra que se ceba con los menores va en aumento a medida que los ciberdelincuentes encuentran medios y páginas para descargar este tipo de material delictivo. Además, no es ningún    secreto que las penas que se imponen por bajar archivos de pornografía infantil se pueden considerar leves, lo cual no ayuda a erradicar este problema.    La inmensa mayoría de estos pervertidos quedan en libertad con cargos, a la espera de juicio, y en muy raras ocasiones ingresan en prisión.

Muchos de los acusados por estos delitos son conscientes de lo que hacen e incluso llegan a borrar la mayoría de archivos. Pero el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional cuenta con herramientas para recuperar este material y las posibilidades de salirse con éxito son, prácticamente, nulas. Sólo cabe incrementar la presión contra los pederastas y pedófilos y dotar a los equipos policiales encargados de perseguirles de todos los medios que necesiten. Esta acción debe ir acompañada de condenas judiciales más duras para disuadir a otros ciberdelincuentes. Internet se ha convertido en una selva, donde psicópatas y enfermos encuentran un terreno fértil para sus fechorías.