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La ONU declaró, en 1977, el 8M como Día Internacional de la Mujer. El objetivo es una sociedad sin brechas de género, más igualitaria, sin discriminaciones laborales. En definitiva, una mayor calidad democrática.

Queda mucho por hacer para conseguir esta igualdad y uno de los aspectos más preocupantes es la lacra de la violencia de género, que en Balears alcanza cuotas intolerables. Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil, apoyadas por las policías locales, han mejorado mucho sus protocolos de atención y protección de las víctimas, pero es una realidad que las denuncias no dejan de crecer y cada vez más mujeres son víctimas de malos tratos.

La Administración debe volcarse con este colectivo tan vulnerable y dotar a los equipos de asistencia y apoyo de toda una infraestructura que pueda garantizar una atención digna para las afectadas, que han vivido calvarios domésticos inimaginables. Y no hay que olvidar que un tanto por ciento de las mujeres maltratadas son perseguidas durante meses o años por sus agresores. Son los casos prioritarios para la policía, ya que estas féminas pueden ser asesinadas si se levanta esta protección, que en algunos casos llega a las 24 horas del día. A estos grupos policiales hay que dotarlos de mayores medios para ampliar la defensa y crear una auténtica barrera entre víctima y maltratador.