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Hoy, tras una espera de cinco días, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará si sigue al frente el Ejecutivo o si decide dimitir tras haber sido admitida la denuncia de Manos Limpias contra su esposa, Begoña Gómez. Es una situación insólita en España, abierta por la carta que difundió Sánchez en la que abría un periodo de reflexión para decidir si continúa al frente del Ejecutivo formado por PSOE y Sumar. Sea cuál sea la decisión, ya nada será igual    para él. Si sigue en La Moncloa puede haber salido reforzado internamente, aunque a muchos socialistas les ha desconcertado su maniobra. Si anuncia que se va provoca un nuevo escenario con más incógnitas que certezas. Una de ellas es quién será su sucesor o sucesora.

Suena el nombre de la vicepresidenta María Jesús Montero, ‘asesorada’ por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Y hay mucho más en juego, como la Ley de Amnistía, el futuro de Carles Puigdemont y la posible revisión del pacto entre los socialistas y Sumar. La pregunta clave, si dimite Sánchez, es si se convocarán nuevas elecciones. Los dirigentes y militantes del PSOEle piden que continúe. Mientras, el PP y Vox tachan de «indigna» la «pataleta» del presidente y recuerdan que los jueces pueden investigar a cualquier persona, porque no hay nadie al margen de la Ley.