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José María Pons Muñoz
Para mí, escribir una carta a los Reyes Magos, es una responsabilidad epistolar de mucho compromiso, sobre todo en tiempos de crisis, porque uno ya se da cuenta de que el horno no está para bollos. Además, como en mi caso lo que el escribidor piensa pedir, mayormente no es sólo para él, sino para los demás.

Como es lo cierto que los Reyes Magos andan todo el año a sus cuidados, y sólo en estas fechas se ponen a la faena de repartir regalos, al escribidor no le ha quedado otra que ir anotando a lo largo de 364 días aquello que más falta, creo, que nos hace a los humanos. Aquí les dejo mi carta, Majestades.

Queridos Reyes Magos:
Necesitamos un camello bien cargado de sacos de sentido común, que andamos de esa materia, los humanos, muy necesitados. No podemos emprender guerras como quien va de excursión, no podemos invadir países para destruirlos, no podemos bombardear poblaciones desarmadas, poblaciones civiles, no podemos bombardear con bombas "inteligentes" que matan niños, ancianos, mujeres, y a veces cuatro hombres, que a lo mejor iban a dar de comer a sus cabras. ¿Qué clase de enemigos son ésos?, ¿a qué muladar infesto hemos tirado el sentido común?

Queridos Reyes Magos:
No sé dónde pueden sus majestades encontrar cordura para cargar, bien empaquetada, a otro de sus camellos, y dejarla al lado de donde tenga el terrorista su coche bomba, a ver si recapacita o reflexiona sobre lo equivocado de su modo de reivindicar sus exigencias, para que durante unos minutos la cordura le haga ver que su camino es camino que no lleva a otra parte que aquella en la que ya se encuentra, o a la cárcel, simplemente porque un coche bomba no es el camino, y que él y su bomba están en medio de ninguna parte. La cordura le puede servir para empezar a caminar hacia la izquierda o hacia la derecha, en nombre de una formación o partido político, que dentro de la democracia es la forma de exponer cualquier pretensión. Y si lo hace, y tiene una masa humana que le siga, tendrá la fuerza que no tiene ningún coche bomba. Y si el pueblo no participa de sus exigencias, es porque ésas no son las exigencias de su pueblo.

Queridos Reyes Magos:
Pongan entre sus paquetes a repartir, uno que contenga autoestima y afán de servir a la política, que parece que me quiero yo acordar de aquellas palabras: "no exijas lo que tu país puede hacer por ti, mira lo que tú puedes hacer por tu país". Bueno, yo lo he modificado un poco, pero eso es lo que sus Majestades deben hacer entender a nuestros políticos. De momento, para que tengan a bien hacer por lo menos presencia en los plenos del Parlamento, que últimamente parece un desierto.

Queridos Reyes Magos:
Me gustaría que entre sus regalos esté la solución para salir de esta crisis, o cuanto menos, la voluntad, a quien corresponda, para impedir en el futuro este tipo de barbaridad que nos está dejando tan mal parados. Y como sus Majestades se darán cuenta, pagando como siempre los platos rotos las capas sociales más desprotegidas, pagando como siempre los pobres los desaguisados de los poderosos, que faltos de vergüenza y de escrúpulos, siguen en sus poltronas, porque la crisis que ellos generan, nunca les afecta. Por eso no les llega la ingrata condición del desprotegido, que ve como sus hijos pasan hambre. Hombres y mujeres, nacidos para trabajar, a los que la sentencia divina de "ganarse el pan con el sudor de la frente", les pilla tan de lleno, que si no trabajan, no comen. Algunos ahora, no tienen con qué hacer sudar su frente, y pronto no tendrán con qué conseguir su pan.

Queridos Reyes Magos:
Hagan una pócima, si es necesario, juntando oro, incienso y mirra, un brebaje misterioso, pero efectivo, que sirva para poner freno a esa sinrazón de la violencia de género. Hay que recomponer alguna parte del engranaje del amor, para impedir saltar la barda que sustituye el amor por el más letal de los odios. Que el año 2009 no tengamos que padecer el dolor y la vergüenza como seres racionales, de tener que enterrar a ninguna mujer asesinada por aquel hombre que un día le juró que le amaría toda la vida.

Queridos Reyes Magos:
Los niños? los niños que nunca han tenido un juguete, los niños que lo único que tienen es hambre? hambre de pan y besos, hambre de pan y abrazos, hambre de pan y ternura, hambre de pan y de una mano amiga. Majestades. Socorrer a esos niños del siglo XXI, para que a los humanos no se nos caiga la cara de vergüenza. Socorrer a esos niños que llevan siglos, todos los siglos pasando hambre.