TW
0

Bienvenidas sean cuantas iniciativas, públicas o privadas, se ponen sobre la mesa de la crisis para contribuir a la reactivación de la economía. En el ámbito balear y menorquín, el Govern aprobó ayer al fin el decreto que regulará las obras de reforma de los establecimientos hoteleros a fin de conseguir una oferta más competitiva.

Desde Mallorca, el GOB se ha mostrado muy crítico con este decreto turístico al considerar que se establece un precedente muy delicado de urbanismo salvaje. Esta entidad ecologista se excede en su valoración negativa por cuanto no se trata de "volver al mismo modelo de construcción" que regía en los últimos meses, sino de disponer de vías que permitan modernizar la planta hotelera. Y al hacerlo en plena crisis, esta iniciativa constituirá además un notable estímulo en el mercado laboral. Un objetivo que persigue también el Plan Renove del Gobierno central.

Al dar un buen impulso a la actividad económica, era obligado asimismo fijar la máxima agilidad en la tramitación de las obras. Ahora corresponde al propio sector turístico aprovechar esta oportunidad. Su sola implicación ya proporcionará confianza, un valor hoy muy cotizado.