TW
0

Alejandro Fernández Alonso
doctor en Cirugía
La prestigiosa revista científica Science acaba de publicar una lista con los diez logros científicos más destacados en el recién pasado año 2008. El listado considera ámbitos muy variados, como el hallazgo de planetas fuera del Sistema Solar (y su observación minuciosa por las sondas de exploración), la ampliación del catálogo de genes cancerígenos (tanto los facilitadores, u oncogenes, como los inhibidores, o genes supresores, en total más de treinta), el desarrollo de nuevos materiales "inteligentes" (con memoria de elasticidad y menor fatiga), la "lectura" de las áreas cerebrales que se activan con determinadas acciones (mediante el PET-scanner) o la observación directa de las proteínas en acción. También se consideró un método capaz de almacenar a escala industrial el exceso de electricidad generado por las energías "verdes" (solar y eólica), la grabación en vídeo del desarrollo de un embrión humano, la posibilidad de transformar un tipo de grasa en músculo, el establecimiento de la masa de protones y electrones (y, con ello, el "peso" del Universo) y la secuenciación más rápida y barata de genomas (lo que va a facilitar mucho el trabajo de los zoólogos para diferenciar nuevas especies, pero también de los C.S.I.). Como ven, se han valorado campos científicos muy variados.

Pero, de todos, el comité de la revista considera que el avance científico más importante logrado en el 2008 se ha realizado en el ámbito de la reprogramación celular, allí donde la investigación se dirige a conseguir líneas de células a medida del paciente y su enfermedad. En román paladino: que cada vez estamos más cerca de conseguir células "a la carta". Y vamos a ver a continuación las muchas implicaciones que esto puede tener en un futuro muy cercano.

Hace dos años, se probó en modelos experimentales que era posible borrar la memoria del desarrollo de una célula al insertar solo cuatro genes y, una vez devuelta a su estado embrionario, dirigirla a convertirse en el tipo de célula deseada. El año pasado, dos equipos independientes han conseguido ya convertir células de pacientes con diversas enfermedades de difícil estudio y reprogramarlas en células madre, que pueden ser cultivadas en laboratorio (mientras que las células adultas no sobreviven en condiciones de cultivo). El objetivo final es, claro está, poder tratar a los pacientes con versiones sanas de sus propias células. Imagínense el campo que se abre en, por ejemplo, el campo de los trasplantes: poder conseguir, a partir de unas pocas células del enfermo, todo un "hígado" perfectamente capaz de ser implantado en el paciente, sin que quepa posibilidad alguna de rechazo, obviando así toda la cohorte de medicación supresora de la propia inmunidad que deben tomar hoy, y de por vida, para evitar el rechazo. O piensen la ventaja de sustituir la zona del corazón lesionada por un infarto por células miocárdicas obtenidas a partir de otras del propio paciente e inyectadas a través de la coronaria dañada en el mismo foco de lesión.

Según explica el subdirector de Science, Robert Coontz, "cuando nos dispusimos a elegir los mayores avances del año buscábamos cuestiones que abrieran caminos, y cuál mejor que el que ofrece la esperanza de avances médicos capaces de salvar vidas".

Además, han tenido el detalle de adelantarnos por dónde van los tiros en el presente 2009: lo que preocupará al mundo será la genómica de plantas (y se alimentará el conflicto que ya plantean los transgénicos), la acidificación de los océanos (parece que el exceso de CO2 está causando, además del calentamiento global, una bajada del pH en las aguas de nuestros mares) y la neurociencia aplicada a la criminología.

Y volviendo a lo que nos ocupa hoy, algún lector avispado se habrá planteado si vale también esto para las neuronas de los políticos... Pues, francamente, no lo sé, que tanto no avanza la Ciencia, y eso que me plantean es casi ciencia ficción.