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Pere Melis Nebot
Había llegado a la cima con mucho sacrificio y se ha retirado con una sonrisa. Bet Salom, la primera mujer menorquina que ha disputado unos Juegos Olímpicos, ha tenido que elegir entre seguir como gimnasta de élite o continuar con sus estudios de INEF. Y con una sencillez y cordura que apabulla a sus 20 años elige la segunda opción. "Veo muy mal que no nos dejen estudiar", comenta en una entrevista que hoy publica este diario.

En una sociedad que demanda ejemplos de comportamiento para la juventud, el caso de Bet ofrece una doble versión. En primer lugar como deportista, demostrando que la cultura del esfuerzo tiene recompensa. Por otra parte, nos presenta a una chica preocupada por formarse profesionalmente y, además, ofrecer su experiencia a las futuras gimnastas.

Bet Salom, que ilusionó a toda la Isla el pasado mes de agosto cuando compitió en Pekín con el equipo español de Gimnasia Rítmica, abre una nueva etapa sin amargura y con una frase llena de optimismo: "Lo positivo tapa lo negativo".