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Menorca no puede quedar al margen de las nuevas tecnologías, como un aspecto de primera importancia para mejorar la competitividad de nuestra economía. Por este motivo, es muy positivo que el Consell se haya decidido a promover la extensión de una red de 80 kilómetros de fibra óptica que conecte todos los municipios de la Isla. Las grandes empresas del sector nunca habrían realizado una inversión de 7 millones de euros, que cuesta el proyecto, porque no existe población suficiente para prever un umbral de rentabilidad. Que la administración actúe para dotar de servicios que nunca ofertarán las empresas privadas es un buen criterio, que debería aplicarse también en otros ámbitos, como el del transporte aéreo. Otro aspecto positivo de la red de fibra óptica es que permitirá la libre competencia entre los operadores privados, lo que ha de traducirse en mejora de precios y, en consecuencia, de competitividad. La estructura troncal de la fibra óptica seguirá el trazado de la carretera general y deberán preverse futuras ampliaciones de calzada. La creación del centre BIT en el polígono de Alaior y la red de fibra óptica son dos proyectos en la buena dirección.