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El Puerto de Mahón, segundo puerto natural más grande del mundo, que cuenta con 5 kilómetros de longitud con unas vistas espectaculares y de belleza envidiable, viene experimentando una degradación urbanística desde hace años con una pérdida de visitantes y de paseantes menorquines, que optan por frecuentar otros lugares con menos problemas de tráfico y con más accesibilidad a los atractivos naturales.

Son muchas las ciudades que en las últimas décadas han restaurado y re-diseñado sus frentes marítimos para impulsar el turismo y dinamizar su economía, modificando así zonas que antes estaban degradadas en puntos vitales del municipio. Claros ejemplos son el litoral de Barcelona, la recuperación de los caminos de vía ronda de la Costa Brava, el nuevo proyecto del puerto de Alicante, y muchos más municipios que han sumado esfuerzos para potenciar y recuperar el atractivo de su litoral.

Así, localizaciones con un litoral mucho menos atractivo que el impresionante puerto de Mahón-Es Castell, ya han calculado el impacto positivo que resulta de la restauración de su litoral, adaptándolo a las personas y a las nuevas necesidades, sin obstáculos urbanísticos, accesibles, incorporando carriles bici, y eliminando elementos distorsionadores. Reconvirtiendo una zona poco visitada, en puntos de paseo predominantes que favorecen a la economía local. El caso de Sant Carles de la Ràpita, que restauró todo su paseo marítimo, alargándolo con una pasarela de madera en medio del mar, de forma no invasiva e integradora con el medio, es otro ejemplo de buenas prácticas.

Unió Menorquina cree en estas iniciativas, como la de promover un paseo marítimo peatonal que una Mahón con Es Castell , que incrementaría el atractivo paisajístico e incidiría positivamente en la economía de Menorca. Tendría un impacto muy positivo, de nula presión urbanística y de vistas únicas en el mundo, favoreciendo la movilidad y recuperando el flujo de peatones y paseantes que ha ido perdido el puerto de Mahón.

Menorca necesita un cambio económico inmediato que siente las bases para el futuro. Pensamos que este es un buen momento para que las administraciones lleguen a un consenso y se establezcan compromisos para impulsar proyectos de los que se ha hablado durante años y que están paralizados en detrimento de Menorca. El puerto de Mahón debe experimentar un cambio que le devuelva el estatus que merece y que ha ido perdiendo en los últimos años por una preocupante dejadez y falta de iniciativa.