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Se ha levantado parcialmente el secreto de sumario del caso Gürtel y el PP abraza el mantra de que no ha habido financiación ilegal aunque reconoce que puede haber personas que hayan sacado provecho de las siglas 'populares' por lo que se considera una "víctima" de la trama. Con esta explicación me quedo mucho más tranquila, vamos, dónde va a parar. Que un partido que aspira a gobernar el país no sea capaz de controlar a quienes militan en sus propias filas da una confianza total. Así vamos mal. Si finalmente se demuestra que algo ha "amarrado" el PP gracias a esta trama, todavía peor, más si se tiene en cuenta que pocos partidos pueden presumir de estar libres de pecado. A cualquiera le pueden engañar y meterle un gol del tamaño del Palma Arena, pero urge "fer un pensament". Reflexionar sobre si, pendientes como están de encontrar la paja en ojo ajeno, los partidos acaban tropezando con sus propias vigas y arramblando, de paso, con la ilusión de la ciudadanía. Urge también promover un cambio que acabe con las corruptelas y la decepción que acompañan a cierta clase política.