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Para evitar choques, entre los vehículos que transitaban por la calle de San Sebastián en dirección a la plaza de Augusto Miranda, las autoridades tuvieron que tomar cartas en el asunto y hacer un estudio en profundidad, dado que todos los días los viandantes se jugaban la vida. Llegando al acuerdo de que los coches que marchaban a la plaza de San Roque y a la avenida de la Independencia, podrían pasar por las calles de la Concepción y Santa Teresa.

Otro punto conflictivo a la vez que muy peligroso, la esquina de la parte baja del Portal de Mar. El 29 de agosto de 1928, a un auto camión de los de Ciudadela, se le desprendió una rueda delantera y poco faltó para que se precipitara por aquel mirador, con grave riesgo para los pasajeros. Espantado uno de ellos, salió veloz, dio de cabeza contra el suelo y se produjo una herida que le fue curada por el inteligente médico don José Francisco Riera Pers.

También en la Raval, dos camiones chocaron de frente, quedando mal herido un muchacho de 13 años que aguardaba al chófer. Acto seguido la autoridad multó al culpable del acto.

Mientras tanto, las oficinas de los vehículos de los señores Vilafranca y Cardona, despachaban los billetes de ida y vuelta con una semana de antelación. Muy pronto, en nuestra ciudad, llegó a ser conocida la recién restaurada gran Fonda restaurant, situada en la calle de la Virgen del Carmen 20 de Ciudadela. La publicidad continuaba diciendo…magníficas habitaciones, cocina de primer orden, cuartos de baños y todo el confort que aconsejan los tiempos modernos. Firmaba su propietario Lorenzo Gornés.

Si bien el tema, según título, se refiere al anecdotario automovilístico, que gracias a la paciencia de na Praxèdies he llegado a recoger…con el permiso de todos ustedes, mis queridos lectores, es bueno que entre i entre, aporte datos y curiosidades que mucho tuvieron que ver en aquellos momentos. Fue tal el cambio y tan radical en el comportamiento, que sin duda alguna, el automóvil cambió la vida de aquella época.

Los traslados, propiciaron el tener que acudir a las llamadas fondas y si se recomendaba la del señor Gornes en Ciudadela, en Mahón, el palmarés se lo llevaba el Hotel Bustamante. Con su excelente carta y riquísimos postres. Precio del cubierto 5 pesetas. Tickets de 10 comidas clase superior 35. Tickets de 10 comidas clase especial 25. Abono mensual comida y cena superior 130. Abono mensual comida y cena especial, 110. Hospedaje completo por días ( tout compris) 10. El servicio era recomendado, por su discreción y buen hacer. Otros establecimientos, más económicos, abastecían a toda clase de públicos, incluso los había que por un módico precio calentaban la comida, disponiendo de un lugar tranquilo donde comer o cenar, con tan sólo hacer la consabida consumición. Entre ellas, la Casa de Ernesto, de Hannover 29, se servían comidas diariamente a la carta y a domicilio, también muy recomendada.

En Fornells, Miguel Caules en Burdó, padre d'en Toni, esposo de Nina, prima hermana de mi padre, matrimonio muy querido y seguidores del negocio de aquel fondista desde antes del siglo XX. Miquel fue el fundador a la vez que instauró y dio fama a la caldera de langosta de aquel singular pueblo ribereño, a la que su hijo en Toni supo dar continuidad.
Por aquel entonces, a la hora de coger el correo o cotxo de punt, se estilaba adquirir una bolsa de caramelos de la confitería La Tropical, conocidos como Pastillas de café con leche, marca registrada, de la calle Doctor Orfila 34. Fue una de las mejores pastelerías de la ciudad, donde se acostumbraba acudir antes de ir al cine para tomar un pastel acompañado de un moscatel. Fueron muchos los productos estrella de la casa, el chocolate a la piedra y en polvo y en la festividad de todos los Santos, la miel, despachándose desde 0´80 la libra, a 1 peseta y la llamada "La menorquina" de calidad superior a 2´50. Debiendo citar la carne de membrillo. comprando 5 kilos se vendía a 1´70 pesetas.

Fueron días de inventos y de adelantos. Francisco Andreu director de la Eléctrica, inauguro en la misma fábrica del puerto. S'Elèctrica, la venta de barras de hielo, producidas en aquel mismo lugar, tras haber montado una sofisticada maquinaria para ello. Siendo adquiridas por la mayoría de bares, y restaurantes, incluso la taberna de Can Benet Petit de Llucmaçanes, servia gaseosas frescas. Hasta aquel momento, las barras de hielo, se recibían de Barcelona, con el vapor, envueltas en sacos y lonas para mantenerlas en buen estado. Por cierto en aquella ciudad, se encontraba la pensión Mahonesa, punto de encuentro de isleños, principalmente mahoneses donde se encontraban entre familia. Muy céntrica, muy cerca de la Rambla y del puerto, en la calle de Santa Ana 21, segundo piso. Hospedaje desde 8 pesetas día. Magnificas habitaciones, balcón calle. Para familias a precios convencionales. Recién reformado y ascensor.

El mes de octubre de 1928, la Guardia Civil del puesto de Mercadal, denunciaron a dos sujetos vecinos de san Cristóbal, ambos conductores de autos uno de la línea de aquella localidad y otro de servicio público, por carecer de papeles acreditativos y no respetar las normas de conducción, entre ellas llevar los faros encendidos.

En la prensa, se publicó un breve artículo, titulado: Importación de Automóviles. El vapor Mahón, trajo en su último viaje dos automóviles marca Chevrolet, vendidos por don Rafael Roselló. Desde hace una temporada se van importando en esta isla los mencionados automóviles por ser muy hermosos en carrocería y reúnen excelentes condiciones en cuanto al motor. Como ya dije en semanas anteriores, los mismos llegaban desmontados, muy bien embalados, siendo puestos a punto por el primero y segundo mecánico de la falúa de la Mola, Conrado Montalán y Gregorio Caules, padre de esta servidora. Añadir, que los embalajes de los coches, se aprovechaban para hacer estanterías e incluso algunos muebles.

Con el siguiente correo, fueron desembarcados tres automóviles, dos de ellos turismos marcas, Fiat y Citroen. El otro, un Sedan de bellas líneas, último modelo, lujosa carrocería, marca Studebaker, adquirido por don José Moreno Burgos de esta ciudad.

El vapor balear, trajo ayer un automóvil turismo marca Peugeot, propiedad del teniente de la Guardia Civil, don Alberto Blasco.

En el cine Consey de Mahón, se produjeron largas colas de un público ansioso de admirar a través de la pantalla de aquel cine, la fantástica producción americana, titulada Automovilismo. Un éxito sin precedentes al lanzar la General Motors, su modelo Buick 1929, al mercado. Los vendedores estaban obligados a prolongar la jornada hasta la salida de los espectáculos para atender a la enorme demanda. En este caso le correspondió a don Rafael Roselló Olivar. El cual, en aquellos días (4- 10-1928) junto a su esposa y familia política, vivían un triste episodio familiar, al fallecer en Barcelona a la edad de 19 años, su cuñado Marcial Martínez Jaume , estudiante de tercer año de medicina.

Accidente de automóvil: Sobre las nueve y media de la noche, en la carretera nueva de Ciudadela, a la entrada de Mahón, fue atropellado el joven Martín Marquet que conducía una manada de cabras, por el auto de matrícula número 855, atropello que pudo tener graves consecuencias. En el mismo auto fue conducido al Hospital Civil en donde el doctor Mir le hizo la primera cura, calificando las heridas de pronóstico reservado.

Recordarán, que antiguamente, hasta bien entrados los años cincuenta, muchas mujeres vestían traje de promesa, como llamaban a los que semejaban algunas vírgenes, entre ellas la del Carmen. Durante aquel periodo, no estaba bien visto, sentarse en las cafeterías, ir al cine o subirse a un coche para ir a pasear, por ello las que se dirigían a los vecinos pueblos de Villa- Carlos o san Luis, hacían el trayecto con coche de tracción animal, jamás de motor.