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Mañana se inaugura oficialmente la temporada turística. Lo hará con un ritmo lento y con preocupación. Muchas empresas han esperado a última hora para poner a punto sus negocios, un síntoma de prudencia ante la actual situación económica. Hay que reconocer que se ha hecho un esfuerzo para mejorar las expectativas, a pesar de que se esperaba un mayor empuje de las administraciones públicas y especialmente del Consell en los últimos meses. No bastan los convenios con los touroperadores para alimentar las esperanzas. Tampoco es suficiente la inversión pública, puesto que hace falta una modernización de la oferta insular y una mayor implicación de los empresarios hoteleros y de la oferta complementaria. La competencia de otros destinos es enorme y hay que reinventar nuestro producto para atraer a los turistas, como destacaba ayer la consellera de Turismo, Joana Barceló. Menorca debería prepararse mejor ente la inauguración de la temporada. Las zonas turísticas han de mostrar un mejor aspecto y las obras públicas han de estar concluidas. Situaciones como la de Es Canutells no deben producirse si realmente se pretende alargar la temporada y conseguir mejores resultados.