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La verdad es que soy muy mala con los latinajos. Un latinajo que haga al caso en la conversación puede cimentar una fama de erudita sin necesidad del gran esfuerzo que hace falta para dominar todas las materias de conversación posibles. Y en realidad no hacen falta muchos: con un par de docenas se sale del paso, pero ni a esa cantidad llego. El otro día leyendo sobre pactos en política, me encontré ese que forma hoy el título de mi escrito semanal, y la verdad es que me gustó; me lo aprenderé para alguna ocasión en la que la conversación o a veces discusiones-debate así lo requiera.

Veamos por ejemplo pacta sunt servanda: hay que cumplir los pactos. En estas tres palabras condensaron los romanos la mitad del Derecho Civil. Hay que cumplir los pactos. Y al que no los cumple le obligaba entonces el Pretor y ahora el Juez.

Nadie, que yo conozca, se niega al principio moral de que hay que cumplir los pactos. Pero los Juzgados están llenos de gente que no consideraron oportuno o conveniente cumplir los propios. Y hay quien considera hasta poco elegante cumplir los pactos y pagar las deudas.

En esta tesitura nos encontramos con una oferta de un gran "Pacto de Estado" para "salir de la crisis", que proponen los socialistas y avala el Rey. Visto así, de sopetón, hace falta ser un desalmado para oponerse a tan gran empresa. La gran crisis económica que atenaza España consiste en que nos hemos gastado el dinero que nos prestaron y ahora hay que pagar las deudas. Hay que cumplir con los pactos que hicimos.

Pero luego conviene leer la letra pequeña del contrato para ver si el tal Pacto nos conviene o no. Porque hay que pagar, eso está claro. Pero conviene saber quién está pactando, qué condiciones intentan imponernos a los contratantes, qué les conviene a ellos y qué va a costarnos a nosotros.

En primer lugar deberíamos considerar el crédito de los que nos proponen el contrato. Los socialistas que están ahora en el Gobierno, ¿cumplen habitualmente sus pactos? Es lo primero que hay que considerar cuando te juegas los cuartos: la solvencia moral del socio.

Por ejemplo, ¿cumplieron el Pacto Antiterrorista? El caso es que no. Esa misma tarde negociaron con la ETA de tal manera que acabaron chivándose de las operaciones policiales contra los recaudadores de los pistoleros.

¿Y los Pactos de Toledo? Se suponía que los Pactos de Toledo perseguían el fin de marginar del debate político el tema de las pensiones, para dar una seguridad a la población. Pero el caso es que la amenaza de que José María Aznar iba a quitar las pensiones fue uno de los mayores terrores que propiciaron el voto al PSOE de los pensionistas durante lustros.

¿Y qué decir de la Transición? Muchas veces se ha definido la Transición política del franquismo a la democracia como un pacto para perdonar los años de violencias anteriores, para crear una convivencia en la que todos pudieran sentirse tranquilos. O sea, todo lo contrario de lo que hace este Gobierno al ir desenterrando los huesos de los muertos que le convienen y quitando estatuas de los que no le gustan. (Llevando de paso de homenaje en homenaje al único genocida que hemos tenido y tenemos en España sin que nadie abra la boca por ello) ¿ han visto ustedes alguna noticia o "burla" en los canales de televisión , principalmente en la horrible cadena 6 que las pocas veces que la encuentro al hacer zapping, siempre se ve lo mismo: ataques al PP, a la Iglesia católica y al Papa, pero de lo del genocida nada, a éste encima hay que homenajearle.

Con estos antecedentes y con estos personajes no se puede pactar. No se puede uno obligar a algo sabiendo que el contrario no va a cumplir su parte del trato. Tonto sería el Sr. Rajoy si permitiera que los socialistas le enredaran en la resolución de un conflicto cuyo único origen es el incumplimiento por ellos de los pactos anteriores.

Solamente podría considerarse el ofrecimiento en el caso de que los socialistas cumplieran de antemano todos los pactos que tienen pendientes. Pero apuesto a que eso no va a ocurrir, ni aunque lo pida el Rey.