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Lo que nos faltaba! Ahora resulta que la Luna se encoge. Según la NASA, el diámetro de nuestro satélite se ha reducido unos cien metros en los últimos mil millones de años. Ante noticias como esta, normalmente referidas al espacio, el asombro y los interrogantes que me surgen se mezclan a la par. En primer lugar, sorprende la capacidad que tiene la ciencia para realizar tal predicción cuando aquí en la Tierra somos incapaces de ponernos de acuerdo a la hora de contar los asistentes a una manifestación. Segundo: ¿cien metros es mucho o poco?; para Usain Bolt, por ejemplo, debe ser poco (él ha recorrido esta distancia en 9,58 segundos). Y tercero, y para mí lo más inquietante: ¿y qué pasa? El informe publicado en la revista "Science" da una serie de explicaciones muy técnicas, pero no dice nada de qué influencia tendrá este fenómeno para los humanos y humanas.

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Las dudas se acumulan. Afectará este adelgazamiento a los dichos "estar a la luna de Valencia" y "te quiero de aquí a la Luna". Y qué pasa con las mareas, ¿se reducirán proporcionalmente?; ¿tendrán sitio todos los lunáticos que campan por estos mundos de Dios?; ¿y qué dice el GES (Grupo de Ecologistas Selenitas)?

Yo por si acaso anoche miré al cielo y vi la blanca esfera iluminando el firmamento. Lo que ya no sé es si tenía o no el mismo tamaño. Será cuestión de mi miopía.