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Balears es una de las comunidades autónomas que menos dinero destina a la Educación. Por otra parte se constata un notable incremento de la demanda de formación, como una consecuencia directa de la crisis económica. Las largas colas delante de las sedes de la Escola d'Adults, que sufren una desesperante precariedad de instalaciones, es una imagen descriptiva de la situación. Los datos lo ratifican: El paro entre personas sin estudios es cuatro veces mayor que entre los titulados universitarios. Sin embargo, el 44 por cien de las personas con formación universitaria realiza trabajos de una calificación profesional inferior (la media europea es del 23%). El ministro Ángel Gabilondo ha presentado esta semana el informe sobre el estado de la educación en España y ha repetido una de sus frases más célebres: "Invertir en Educación es caro, pero no hacerlo acaba siendo carísimo". Esta declaración de intenciones no se refleja después en la política presupuestaria del Gobierno. Las Administraciones deberían ver en la situación actual una oportunidad para mejorar la formación y la competencia profesional, respondiendo a la demanda social con más inversión en educación.