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Telefónica sufre el síndrome de Estocolmo en la variedad menos conocida, la del captor, y es que a fuerza de secuestro se ha ido creyendo que internet es suyo de verdad, que le pertenece.

Tanto es así que ahora propone que el precio de conexión a internet varíe en función del uso que le dé cada usuario a esa conexión y que en fin, adiós a la tarifa plana. Cosa que a muchos (Movistar por sí sola ya es casi todo) les parece razonable y lo comparan al modelo del gas y la electricidad olvidándose unos por completo y otros a propósito de que en tales casos lo que se suministra es la propia materia prima pero que una conexión a internet carece de facto de materia prima por lo que un proveedor ha de limitarse a las especificaciones y propiedades que configuran el punto de acceso.

A fuerza de tanta repetición mecánica, de escucharlo y leerlo en tantos sitios y tantas veces uno puede acabar creyéndose que los proveedores de internet e internet mismo son en realidad una sola cosa y la misma, y también que debe ser cierto que para ellos tiene un coste variable el uso preciso que hagan con sus líneas los clientes, más allá del de la infraestructura necesaria para abastecer sin problemas todas las capacidades contratadas. Y así es como han conseguido que no parezca extraño otorgarle a una especificación, al MB/s (megabits por segundo, que no es otra cosa que un ratio, la anchura de una carretera) un valor en sí mismo -como ya hiciera Leonhard Euler con los números imaginarios- que ahora pretenden cobrarse.

Y es que tal vez no quede visible la tamaña estupidez de lo que están proponiendo con el cambio de tarifas sin que primero se sitúe a los proveedores de internet dentro del concepto de negocio al que realmente pertenecen y se deje de englobarlos en el marco de los proveedores de energía (que tanto les carga de margen de maniobra y rentabilidad) y ese marco no es otro que el mismo que el de cualquier aerolínea enfocados ambos en hacer llegar a la gente a lugares que no gobiernan. ¿Se imaginan que una aerolínea cobrara a sus pasajeros en función del provecho y beneficio que sacaran estos del lugar al que les llevan? "viaje a Florencia a 1000 euros el síndrome de Stendhal" O "Viaje a Paris a cerrar sus negocios por un 3% sobre los beneficios del primer año" Pues eso o algo por el estilo anuncia telefónica que es el futuro que viene o al que más bien piensa llevarnos mientras siga atrapada la red de redes bajo su reticular codicia.

Y a eso vienen ahora sus propuestas, a avivar la confusión lo que dure el enredo.