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Lees el diario anónimo que acabas de encontrar en la calle. Mañana eternamente repetida de domingo, hoy grisácea, melancólica, noventayochista… Roig permanece dulcemente traspuesto a tu lado, ajeno a la popularidad que recientemente ha adquirido gracias a "Dic el que pens…Pens el que dic"…

"Viernes X del mes Y del año Z.- Don Fulgencio permanece, abúlico, junto a la entrada de su establecimiento, preguntándose por qué diablos nadie penetra nunca en él. ¿No le han explicado jamás lo que constituye un estudio de mercado? Hay quien afirma que echará raíces ahí, en el quicio de la puerta, viendo cómo la vida –y su negocio- se escurren por la alcantarilla de los años. Don Fulgencio no se percató –ni se ha percatado aún- de que, cuando abrió su zapatería, ya existían otras dos en la calle. Se contenta, pues, con alegar que la culpa es del gobierno y de la coyuntura actual. En el supermercado de enfrente, cada tres meses, mudan de cajeras. No importa la eficacia o la responsabilidad demostrada. Prevalecen los contratos basura. El "cash" sobre el alma. Cada tres meses, el "super" es otro… Ningún cliente ha osado hasta el momento firmar una hoja de reclamaciones. La cobardía o la dejadez anida en mi calle. En las calles… El "hiper" es moderno y aséptico. Pero nadie lo siente como suyo.

Lunes I del mes A de ese mismo año. La calle amanece con un enorme cartel del plan ZP. Cuarenta obreros se han empadronado. Un cartero y un oficinista, viéndolos trabajar, se quejan de que sólo tres de ellos curran y treinta y siete miran. A ese pormenorizado estudio el cartero y el oficinista dedican treinta minutos de su tiempo "laboral". Un policía municipal los contempla y se lamenta, a su vez, de la desidia de los carteros y de los oficinistas, a la salida del bar donde ha tomado su enésimo cortado. Un parado que ejerce de pintor censura la vaguería del agente…

Sábado V del mes F.- La madre sujeta con dulzura a su hijo. Habla, en su presencia, de la puta de su vecina; del cabrón de su ex marido y padre del niño y de las ganas que tiene de joderle el novio a G. La madre que sujeta con dulzura a su hijo manifestó recientemente en una reunión de padres, en el colegio, que los niños carecían, actualmente, de valores y arremetió contra la "conselleria" de educación. Fue vitoreada. Y los docentes vituperados. La palabra que usa con más frecuencia la madre que sujeta con dulzura a su hijo es "coherencia". Miércoles C, del mes B. Reme, una venerable anciana ultra- respetada del barrio (los años imprimen, extrañamente, bondad y dignidad, al igual que la muerte santidad) se queja de los orines de los perros en las aceras. Interrumpe el discurso porque –recuerda- ha de desempolvar, ventilar, la alfombra del comedor sobre el patio de luces de su vecino.

Jueves V de… El recién titulado adolescente se cabrea. Primero fue lo de su expulsión del paraíso "ni-ni"; ahora lo de su despido. Injusto a todas luces. Porque, a fin de cuentas, qué importancia tiene llamarle a un cliente "tío" y llegar sistemáticamente tarde a la oficina. Decididamente el director de la sucursal bancaria no tiene nada que ver con su tutor del "insti"…

Ese mismo jueves… Marta, una cincuentona de buen ver, se lamenta de no tener estudios, de que sus padres no se los hubieran dado. En el cubo de la basura de su casa anida, ultrajado por aceites varios, viandas y cáscaras de huevos, un folleto con la completísima oferta educativa de la "Escola d'adults"

Viernes W… Mauricio no ha abierto el taller. La resaca no perdona. Su mujer ha colgado en el garaje un aclaratorio cartelito a modo de justificación: "Cerrado. Abrimos el lunes"
Sábado W+1… Mauricio llora en público. Su taller va mal. ¡Maldita crisis! En la grisácea tasca, los parroquianos de la "mediana" matutina se apiadan de él, mientras entonan al unísono la eterna melodía: "¡Es que este país es un país de mierda y el Estado pasa de los autónomos!".

Domingo W+2… Ramón sigue esperando una ayuda a la dependencia. Ha concluido con éxito el calvario del papeleo y todo está "O.K." Pero el ingreso sigue sin producirse. "No tenemos un duro" –le ha espetado un sincero funcionario-." Y Ramón sigue sin saber cómo atender debidamente a su padre… Unos gritos salen de un bar cercano. El "Vive-Menorca" acaba de encestar… Los ancianos no venden. El deporte, sí. Los políticos lo saben. Como saben del grado de sumisión de los que pululan por la calle, por tantas calles…

Lunes W+3… Paco no ha querido aceptar el empleo ofrecido por el "Inem". En el "colt" de su desvergüenza, ha grabado una nueva muesca…

Jueves, cualquier jueves. En la calle, en cualquier calle, G da una paliza a C, bajo el manto protector de la noche. Los que aún pululan por la calle no salen en la ayuda de C y se alejan, precipitadamente, del lugar de los hechos. El agresor y la víctima gozan, sin saberlo, del don de la invisibilidad. Un testigo "ciego" y "sordo" y "mudo" exclama, a la mañana siguiente, que la Justicia del país es una mierda, así como el Ministerio del Interior y las fuerzas de seguridad…"

Cierras el diario, asqueado. Roig intuye tu estado de ánimo…

- La culpa es del Gobierno, ¿no?

- Proporcionalmente, Roig, sin duda, y en gran medida, pero…

- ¿Qué es una analogía, una metáfora?

- Esa calle, esas calles… Tal vez todas las calles…

- ¿Don Fulgencio igual a empresa, por ejemplo?

Tu respuesta es una sonrisa…

- ¿Y España?

Y contestas, a pesar de que sabes que la de Roig es una pregunta retórica…

- Esa calle…