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Ciudadanos de Menorca fue un hijo directo y natural de Iniciativa Cívica Mahonesa (ICM) y esta es su génesis: Siendo yo vicepresidente de la asociación cultural mahonesa surgida a raíz del cambio de nombre oficial de Mahón y al comprobar como el Ayuntamiento hacía caso omiso a nuestra petición de una consulta popular solicitada por más de cuatro mil mahoneses, pensé imperativo que aquella decisión política municipal debía de ser combatida también desde la política. La imposición que supuso la sustitución de los nombres históricos de la ciudad por una palabra catalanista con escasísimo respaldo histórico y sólo justificado por una gramática reciente que no respetaba nuestra tradición histórica, fue pues el detonante de aquella decisión.

A ella también ayudó la postura del Partido Popular que si bien colaboró con ICM, dejó entrever timidez en algunas ocasiones y especialmente en sus dirigentes mallorquines. La entrevista que mantuvo ICM con Jaume Matas en el Consulat de Mar no se tradujo en consecuencias concretas y los titubeos sobre la reforma de la Ley de Normalización Lingüística (para retornar al sentido común) y las incumplidas propuestas eventuales de algunos otros miembros del PP tampoco transmitían confianza.

Así, e independientemente y respetando las opciones políticas que pudiesen tener otros miembros de la Junta Directiva de ICM, pensé que la nueva oferta política debía de hacerse desde el centro político para abarcar a un mayor número de ciudadanos puesto que así lo reflejaba el crisol de firmas que fueron presentadas al Ayuntamiento en defensa de la citada reivindicación.

Con ocasión de recibir ICM una invitación del Diario El Mundo para asistir a la fiesta de su 25 aniversario en Baleares, varios miembros de la Junta Directiva acudimos a Palma de Mallorca el 21 de septiembre de 2006. Allí, en el Castell de Bellver, coincidimos con Joan Huguet al que personalmente le pedí por el respaldo del PP al tema en cuestión. No me lo desmintió pero tampoco concretó nada. A partir de esa falta de concreción aumentó la desconfianza y se puso en marcha el proyecto.

Después de este acto de aniversario, aquella misma noche, tres representantes de ICM fuimos a cenar al restaurante Rififí en Porto Pí. Fue allí, en el transcurso de aquella cena, donde propuse a mis otros dos compañeros la creación de un partido político de tipo no nacionalista y transversal cuyo fin principal fuese la defensa de la regeneración democrática, la libertad de lengua y la devolución de los nombres históricos a nuestra ciudad. Estuvimos de acuerdo en sondear esta idea y, ya de vuelta en Mahón, redacté el documento fundacional, doté de ideología al partido y comencé las gestiones para su fundación.

En Barcelona habían surgido "Ciutadans de Catalunya". El segundo invitado al Foro que creó ICM fue Francesc De Carreras, el ideólogo del nuevo partido catalán a quien, meses antes y previniendo acontecimientos, elegí expresamente por el significado que tendría su participación en nuestro Foro.

Después de varias reuniones se concretó el proyecto. A partir de ahí se organizó el partido, se registró en Notaría, formalicé los estatutos (que fueron retocados con la ayuda de Tim Quevedo) y los inscribí en el Ministerio. Redacté el programa electoral que contó con las aportaciones de algunos compañeros y organicé el partido. También me cuidé de la confección del folleto electoral y, especialmente, de buscar integrantes para la lista electoral.

Entretanto habíamos tenido reuniones con Micki Quetglas (ex concejal socialista y persona moderada) al que se le propuso ser cabeza de lista. Después de madurar la idea, diversos imponderables le impidieron aceptar. También se lo propuse al mismo Tim Quevedo, a la arquitecta Roser Román y a otros varios profesionales. Continuaron las reuniones y faltando ya pocos días para finalizar el plazo de presentación de candidaturas el joven Carlos Salgado se ofreció para ocupar la primera plaza de la lista. Después de algunas dudas se aceptó finalmente su nombre al cual yo mismo, como presidente fundador del partido, proclamé candidato al Ayuntamiento por la lista de C's de Menorca en una reunión celebrada en el Hotel Port Mahón.

Se confeccionó la lista y (a imitación de la posición que ocupó Francesc de Carreras en la lista de "Ciutadans") me ubiqué en la última plaza. La campaña electoral fue muy intensa y agotadora para los pocos que nos volcamos en ella. La transversalidad del partido se concretó en que ganamos el concejal a costa del PSOE. El resultado fue satisfactorio aunque lamenté no haber sacado un segundo concejal para poder incidir en la gobernabilidad de Mahón. De cualquier forma entendí que la representación democrática que se nos había donado debía de servir para defender la ideología del partido en todos sus extremos. Para eso nos habían votado.

Otra ocasión será propicia para explicar lo sucedido desde la celebración de aquellas elecciones hasta nuestros días.