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El peso de la Comisión Balear de Medio Ambiente es notable, porque tiene la responsabilidad de dictaminar los proyectos públicos y privados destinados a obras con una evidente incidencia en la economía de las Islas. El atasco de la Comisión en los últimos años ha sido alarmante. Más de 800 expedientes esperando la respuesta administrativa, inversiones paralizadas y promotores que han llegado a desistir de sus planes. La gestión de Ramón Orfila, al frente de la Comisión, con diálogo con todas las administraciones, está obteniendo resultados positivos. La semana que termina ha sido especialmente intensa. La mayoría de los proyectos que afectan a administraciones públicas de Menorca cuentan ya con informe técnico, aunque no siempre sea favorable, como en el caso del nuevo vial de acceso al Cós Nou en el puerto de Maó. La aplicación de criterios estrictamente técnicos es fundamental para resolver los expedientes. El funcionamiento de este departamento había sido un paradigma de la burocracia administrativa, que representa uno de los obstáculos importantes para la reactivación económica. La agilización de los trámites en la Comisión Balear de Medio Ambiente debe tener consecuencias positivas.