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Balears lidera en negativo una estadística muy importante, la que realmente mide el ritmo de creación de riqueza y nuestra potencia económica. La tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) entre el 2000 y el 2009 es la más baja de todas las comunidades autónomas, con un 1,66 por ciento, cuando la media nacional ha sido del 2,32. Una década es un periodo suficiente para apuntar tendencias y es evidente que se ha invertido el ritmo de crecimiento en las Islas, muy alejado ya de las épocas en que Balears encabezaba la estadística de la renta media por habitante. En 2009, el crecimiento negativo en nuestra comunidad fue del 3,8 por ciento, sólo por delante de Catalunya, Canarias, Valencia y Aragón. Las estadísticas suelen motivar interpretaciones diversas y un mismo dato puede llenar media botella o vaciarla hasta la mitad. Sin embargo el PIB, aportado por el Instituto Nacional de Estadística, pone sobre la mesa la necesidad de presentar estrategias para favorecer el desarrollo económico en cada una de las islas y reducir los alarmantes índices de paro estacional y de larga duración. Habrá que evitar que nuestro capital humano, valor básico de progreso, busque trabajo fuera de Menorca.