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Aalguien miente o todos dicen medias verdades. Si no, no se explican episodios como el de esta semana en torno a la valoración de la temporada turística 2010. El máximo mandatario insular y su colega responsable de la cosa comparecen ante los medios y dicen que la temporada en líneas generales ha sido "buena" para Menorca, por su parte, los empresarios del sector turístico la califican de "mala sin paliativos". Cabe pensar que, una vez más, los políticos viven en los mundos de Yupi, donde no hay fijos discontínuos, ni almacenes atiborrados de stocks, o emborrachados con la botella medio llena del aumento de visitantes, la ocupación hotelera, la estancia o el gasto medio por turista. O, quizás, que los empresarios están abonados a la botella medio vacía y siempre se quejan pase lo que pase. Hay también una tercera vía, que todo sea cuestión de la puñetera estadística, capaz de arrojar porcentajes favorables para unos y desfavorables para los otros, sin que nadie parezca tener interés en combinar unos y otros de manera que la valoración sea más realista y útil a los intereses de todos.