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La noticia que el pasado jueves desveló nuestro diario sobre el hallazgo del cuerpo de un niño de 9 años en una maleta abandonada en Binidalí ha causado un gran impacto social, sobre todo cuando se ha conocido la detención de su madre como sospechosa de su muerte. No hay que anticiparse a las conclusiones policiales y judiciales, pero vale la pena apuntar algunas cuestiones.

Se trata de un suceso insólito en Menorca, que debe analizarse por tanto como un caso individual, que no afecta a la seguridad ciudadana. Será necesario determinar las causas para explicar el comportamiento individual y reflexionar sobre el entorno y la respuesta social.

El éxito policial es evidente, por la rapidez en la identificación del cuerpo y la detención de la madre por su posible implicación en la muerte. Sin embargo sorprende que el niño, la víctima, pudiera estar desaparecido durante más de dos años sin que nadie se alarmara por su ausencia. Preocupa que pudiera residir en Menorca sin estar escolarizado a sus 9 años. Un entorno familiar y social estructurado debería haber detectado una situación anormal, incluso antes de producirse una muerte innecesaria y muy triste.