Camí d'en Barçola - P.L.

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En el mes de junio pasado, se publicó en el Diario Menorca un artículo mío que llevaba por título "Barçola y su camino". Una reflexión sobre la carretera que une Alayor con Na Macaret, el puerto de Addaya y el Arenal d'en Castell. Un recuerdo también del personaje que murió en el camino que lleva su nombre tras defender, junto con su hueste, el pueblo de Alayor y su costa del ataque de los piratas berberiscos en 1644. "Una lápida impidió, durante muchos años, olvidar lo allí ocurrido…", decía yo en mi escrito. Pero, desde que el arreglo del camino modificó su antiguo trazado, la lápida quedó oculta tras la pared medianera de una finca, desapareciendo de la vista de cuantos por allí transitan.

Poco después de publicado mi artículo, me enteré por la prensa de que una comisión de vecinos de Alayor, encabezados por Antonio J. Sintes Pons, Onofre Pons Quintana y Sebastián Garriga Pons, lleva años intentando que la lápida de Barçola pueda estar de nuevo en lugar visible. Por ellos supe que ya en el pleno del Ayuntamiento de Alayor de fecha 2 de junio de 1994 se acordó por unanimidad su traslado a la carretera nueva. Y que, tanto el propietario de la finca en cuyos terrenos se encuentra ahora ese monumento como los diferentes estamentos oficiales que intervendrían en la operación de traslado se hallan conformes con ello y prestarían su colaboración, sobre todo, el Consell Insular de Menorca, actual responsable de esta amplia y bonita carretera. Faltan pocos meses para las elecciones autonómicas y municipales. Convendría, pues, no dejar en el olvido unas gestiones en las que se han invertido empeño, amor a la historia local y tiempo. No perder tampoco la ocasión de incluir en los futuros presupuestos la partida destinada al proyecto de traslado de la lápida. Un proyecto que, según tengo entendido, se acomodaría a las circunstancias económicas actuales buscando un mínimo coste a base de emplear el máximo de elementos arquitectónicos que conforman actualmente el monumento en cuestión.

Creo que es un momento excelente para rematar la faena comenzada por el Ayuntamiento de Alayor con la restauración de la bandera de Barçola, que se halla expuesta en su salón de plenos. Sobre todo, pensando que ésta sólo puede ser contemplada por unos pocos, mientras que la lápida la verán cuantos transiten por la carretera. Ojalá que ese momento lo vea la próxima temporada turística.