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Las elecciones locales del 22 de mayo despiertan grandes expectativas entre los partidos políticos y sus candidatos, los que realmente sacan tajada, pero escaso interés entre los electores, a juzgar por los preparativos. En esta convocatoria podrán votar los ciudadanos de países sudamericanos que llevan tiempo entre nosotros y, por tanto, es de justicia que si ya son como de casa puedan decidir sobre ella. Sin embargo, el asunto no les emociona, solo el 14 por ciento de los individuos de origen latino con derecho a voto se ha inscrito en el censo electoral. En Menorca habitan entre 15.000 y 16.000 extranjeros, más de la mitad de los cuales, unos 9.000, proceden de países extracomunitarios. Por el contrario, los europeos, con más experiencia en estas lides, sí se han inscrito en mayor número, el 41 por ciento de cuantos tienen derecho a las urnas.

La presencia en el censo de estos electores ha dejado de ser anecdótica y en algunas circunscripciones pueden decidir. En convocatorias recientes ha aparecido incluso algún candidato de otro país europeo en un claro guiño a esos votantes, aunque en puesto de relleno para no confundir el detalle con la esencia. En Alaior, donde la cosa vino de 12 votos y cuenta con un barrio tan populoso y británico como Cala en Porter, los estrategas deben estar trabajando ya entre un colectivo que puede ser determinante.