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La temporada de disfraces, reuniones y bailes ya llegó. Es lo bueno que tiene el arrancar la última hoja del calendario anterior al año actual. Las cosas van mas rápido de lo deseado. Ahora hace frío, pronto llegará el sol de primavera y de nuevo el de verano. La rueda de la vida gira constantemente, unas veces dando la sensación que su girar es lento y cansino y por el contrario con tan solo mirar los hijos de los hijos, se confirma que el tic tac del reloj de la vida rueda con gran vigor.

Los almendros en flor. Los embutidos colgados. Mientras se escucha el gorgojeo del agua en ebullición, son los moniatos que, van bailando al son del remojo, más tarde serán saboreados como relleno de crespells. La masa reposa en el librillo cubierto por un blanco paño de lino y sobre éste la mantita azul cielo que en enero cumplió cuarenta y un años. Se estrenó en una linda cuna, donde dormía el rey de la casa, el primero del novel matrimonio. Este 5 de febrero, Santa Águeda, el joven padre cumplió 70 años, sembla que no pot ser, pero es. Vino al mundo a los cuatro días de haberse puesto en marcha el Menorca, quien le iba a decir que cuarenta años después, alguien de su entorno tendría que ver con el diario.

A fuera, en el patio se escucha el ir y venir de los tractores, son los vecinos que se han rezagado en la siembra del trigo. Mientras otros van roturando el terreno, para labrarlo y cultivarlo. Son tancas de barbecho, sin cultivar desde hace dos años y que iremos preparando para la siembra de primavera.

Quica, se encarga de recoger la remolacha forrajera, las acelgas, las zanahorias y coles que vienen a buscar es botiguers. Otros productos, son preparados por Nina, el requesón y el queso tierno, de éste el más solicitado es de mitja salera, no podía ser de otra manera, las analíticas demuestran que hay que comer sano y según a qué edades, mejor el prevenir que el curar. Si a los niños se les enseña a comer sano desde un principio mucho mejor.
Esta temporada no he dado cuenta de las jornadas de matanzas, creí debía obviarlo. No me agrada ser repetitiva y repetir todos los años ses porquetjades, no lo consideré preciso, es un ritual que poques diferències, siempre es el mismo. Encender el fuego para la caldera justo con el alba, recibir a familiares y amigos, atendiéndolos sirviendo un suculento desayuno, preparar el caldo para comer, ir friendo las muestras de pasta para la sobrasada y butifarrones. Como dice Praxèdies, todo el día se tienen las manos en remojo, fregando unos u otros cacharros, por ventura que no falte el agua caliente, ni es leixiu.
Dice Guideta, les comente que en el gallinero empieza la actividad debiendo seleccionar los huevos para incubar, según l'avi Xec, los pollos de enero hasta las plumas valen dinero.

En el conejar se deben separar los machos de las hembras de los gazapos más adelantados y destetar las crías que pasen la cuarentena.
Y del ganado que les voy a contar…que requiere muchos cuidados, una vez ordeñadas las vacas, las conducimos a pasturar, sobrealimentando los caballos y las mulas. En Blancu apenas sale, se ha vuelto viejo, tal vez es por ello que es el más querido del establo. Hace tiempo que no lo enganchamos al carretón, en su puesto va la mula a la que llamamos Parritxa, es dócil, de caminar pausado, para ir con las mujeres del talaiot de Trepucó, es ideal.

Dejamos las labores de punto en el cesto, y el mantel de punto mallorquín también, ha sido reemplazado por un traje de prisionero que vamos cosiendo para Fel, el mayor de los aparceros. Precisamente fue éste, quien me comunicó que había leído en la prensa, que Fede, mi vecino, Al cel sia, Doménech, le escribía sus trabajos a máquina. Es posible, tal vez en alguna ocasión se le estropeó la suya, la que le proporcionó su preceptor Casasnovas director des Diari. Lo que si es cierto, y los vecinos que quedamos lo recordamos amb pels i senyals, que la vecina de la planta baja, protestaba de la siguiente manera…. Un dia li faré enviar… aquesta p…. màquina, no en puc dur més de tant d'arrebato… Pues la verdad sea dicha, el hijo de ses fornelleres, que de feina no en volia ni un brot, lo que le hizo cambiar el buril del señor Massa por el tecleteo de la destartalada Royal de color negro y letras doradas, también dorados eran los redondeles de las letras, signos, etc. La recuerdo como si fuera hoy, al fallecer aquél, la compró un íntimo amigo de mis padres. Pedro Soler, natural de San Lorenzo d'Escardessar, de profesión guardia civil, este, entregó a Marianna, veinticinco duros, con el beneplácito del señor Casasnovas que les ayudo hasta el último momento, rehusando aquel importe, noticia que se supo, ya que madre y tía se n'omplien sa boca. O sea que Federico Erdozain Pons, disponía de máquina de escribir, lo que si es cierto, que no la sabía emplear a las horas adecuadas, lo hacía a su manera, a su estilo bohemio sempre tirava cap envant, sense mirar si venia ningú derrera, anava a la seva. Cuando todos dormían, cuando se retiraban los del Trocadero y Morro el sereno de la barriada estaba apunto de dar los cinco toques en la puerta de la familia Tra, el escritor hacia bailar sus largos y teñidos dedos de nicotina sobre el teclado, esto conllevaba que a las diez de la mañana, su madre o su tía no podien fer es llit de s' al·lot, perquè encara jeia.

Tras haber fallecido Erdozain, las personas que iban a hacer compañía a las dos hermanas, eran: Placida, Antonio Cantamisa y Andrés Casasnovas. Tot lo demés són embulls. Dado que el actor y escritor, pocas amistades tenía. Los de más edad siempre han repetido lo mismo, el Orfeón Mahonés precisamente no es un lugar donde las amistades han proliferado jamás. Siempre han existido los grupos, las camarillas.

Otra noticia que me llegó el día de las matanzas , es otro bolo, al decir que los industriales menorquines provenían de familias benestants el haber escrito más de doscientos trabajos inéditos, de intrépidos personajes, decir que la mayoría, nacieron en casas humildes, bien pocos tenien sa vida resolta. Es por ello les dediqué, mi tiempo, mi esfuerzo a pesar de llevar una casa con una familia, mi ocupación profesional de comercial, sobreponiéndome a enfermedades con entradas en quirófano, aquellos hombres merecían todo ello y mucho más, a fin de cuentas en treinta años de esta labor de investigación, jamás gané ni un duro, todo ha quedado compensado llenándome de orgullo en bien de los futuros menorquines, a fin de cuentas nací en pèl y partiré con lo puesto, no hay porque desear nada más que la gloria de ser recibida por el Creador.