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Que no se les ocurra en el Ayuntamiento de Ciutadella crear una comisión de investigación sobre la adjudicación y las obras de Can Saura. Hay motivos, pero el municipio ha superado ya la frontera del número máximo de comisiones investigadoras compatibles con la gestión municipal. Además, con el poco caso que les hace la Fiscalía Anticorrupción, saturada por los asuntos de la isla vecina, es preferible seguir otros caminos. En este caso, la Conselleria de Obras Públicas, responsable de las obras, debe dar explicaciones y exigir responsabilidades. Tanto a los técnicos que han dirigido la ejecución del proyecto de reforma y rehabilitación, como a las empresas que la han llevado a cabo. Las demandas judiciales cruzadas entre la UTE y el subcontratista Ildefonso Vinent por reclamaciones de deuda no son ajenas al papel de la administración y demuestran cómo se ha llevado a cabo esta obra. ¿Son correctas las mediciones de trabajos ejecutados que figuran en las certificaciones pagadas por el Govern? ¿Cómo es posible que ahora se reclame un incremento de coste de 800.000 euros cuando ha finalizado la reforma? Can Saura es uno de los edificios emblemáticos del casco histórico de Ciutadella, destinado a convertirse en un espacio cultural de categoría. Con investigación y sin comisiones, la administración ha de pretender abrir las puertas lo antes posible. Aunque sea antes de las elecciones.