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Si Rodríguez Zapatero debía volver a ser candidato socialista a la presidencia del Gobierno se había convertido en el centro del debate nacional. Ahora, la decisión sobre quién será el nuevo aspirante puede alcanzar una expectación similar. Sin embargo, no ha de perderse de vista que lo importante es la recuperación de la economía y cómo las decisiones y actitudes que adoptan los dos partidos mayoritarios la favorecen a la obstaculizan. La despedida del presidente del Gobierno estaba anunciada y no habría sido un tema de tan intenso debate si no fuera porque los graves errores que ha cometido en la gestión de la crisis, a pesar del empeño que ha puesto después en las reformas, han sido un factor de debilidad para España. Ahora se da por supuesto que no se adelantarán las elecciones generales en una legislatura que parece agotada. El PP pide el adelanto electoral, interesado en aprovechar las previsiones de voto que le son más favorables. ¿Qué es mejor para nuestra economía, culminar el plazo de gobierno o avanzar la convocatoria electoral? Quizás los ciudadanos apunten su voluntad en las elecciones locales y autonómicas. La pregunta obtendrá respuesta observando la actuación de los partidos y del Gobierno en los próximos meses.