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El 22 de mayo a la vuelta de la esquina y aquí seguimos, deshojando la margarita a ver si al que elegimos en esta ocasión para ponerse al frente de tan difícil situación socioeconómica, está tocado por los dioses y es capaz de tener todo lo que hay que tener, y mucho más, para volver a poner a nuestra Menorca en marcha.

El año pasado, el buen amigo Paco Casero, personaje entrañable como pocos y sensible a los problemas autóctonos de nuestra isla por haber vivido en ella y quererla como menorquín de crianza, nos mandaba un Manifiesto firmado en Sevilla el 1 de julio.

Este manifiesto me pareció y me parece digno de ser firmado por todos los pueblos de nuestra geografía y por todos y cada uno de nosotros.

Dice así:

Otra forma de hacer política

Ante la constatación del secuestro de la iniciativa ciudadana y la deriva hacia una sociedad civil adormecida y entregada, y ante la insólita presencia de los políticos entre las principales preocupaciones de los españoles, exigimos:

1. Otra forma de hacer política que promueva los comportamientos ejemplares de sus actores y adopte un sistema de elección que asegure su acercamiento a los ciudadanos y su responsabilidad ante éstos.
2. Otra forma de hacer política orientada a servir a los ciudadanos y no a los electores, y dedicada a atender los intereses de España antes que los intereses del partido.
3. Otra forma de hacer política que aliente en toda la sociedad la cultura del trabajo, de la honestidad, de la austeridad y del esfuerzo.
4. Otra forma de hacer política capaz de estimular la ilusión por el trabajo entre los empleados públicos, dentro de una carrera basada en la capacidad y en el mérito profesional.
5. Otra forma de hacer política construida sobre la búsqueda de consensos en los tres grandes ámbitos: economía, sociedad y naturaleza.
6. Otra forma de hacer política que promueva la participación ciudadana efectiva como elemento enriquecedor del debate y de la construcción de soluciones, que no aspire a la exclusividad y que respete los espacios legítimos de los ciudadanos y de las instituciones civiles.
7. Otra forma de hacer política que extienda la cultura de la responsabilidad y el comportamiento ético en el ejercicio de la actividad pública, empresarial, y profesional.
8. Otra forma de hacer política enfocada en las aspiraciones, las prioridades y los problemas reales de la sociedad española, que trascienda de la inmediatez, que mire al pasado sólo para aprender y que mantenga la vista hacia delante, velando por el legado a las próximas generaciones.

Del mismo modo, y conscientes de la importancia del papel que debe jugar la sociedad civil en la consecución de estos objetivos, los abajo firmantes nos comprometemos a trabajar con entrega, con ilusión, para lograr las reformas necesarias, fomentando el debate y la participación, aportando ideas y siendo críticos con nuestras actitudes y las de nuestros representantes públicos, para conseguir el cambio radical que nuestra sociedad necesita.
A mí sólo me queda añadir: ¡Olé!