TW
0

Mi análisis, que pretendo sea positivamente crítico, parte de una premisa, la de mi sincero respeto para todas aquellas personas que, ilusionadamente, han concurrido a las recientemente celebradas elecciones autonómicas y municipales, ya que con su gesto han demostrado no solo su compromiso con la democracia sino también su voluntad por involucrarse en el quehacer político, "trabajo" lleno de sorpresas, agradables unas, desagradables otras, y no siempre reconocido en su justa medida, pero ellos, todos ellos, confirmaron con su presencia en las listas electorales el querer ser consecuentes consigo mismos y optaron por "cumplir" este compromiso cívico, el de la participación activa.

Independientemente de las razones que en cada municipio y Comunidad Autónoma hayan provocado el descalabro del PSOE, para mi hay un "culpable", con nombre y apellidos, y lo es en grado superlativo, José Luis Rodríguez Zapatero, que con su manifiesta inoperancia e ineficacia, ha llevado a España al borde del abismo o al del colapso y que ahora, tras perder por diez puntos en toda la geografía hispana, -lo que representa una incuestionable moción de censura- es incapaz, en un gesto de "vergüenza torera", de dimitir y adelantar las elecciones generales, tal como en su día hizo Adolfo Suárez anteponiendo los intereses generales a los personales e incluso a los de su propio partido porque para él, para el añorado primer presidente de la Democracia, lo importante era España.

Tras esta primera apreciación diré que el vuelco histórico en Maó provocado por el PP, me ha sorprendido; es cierto que se percibía el deseo de cambio que la ciudadanía, de una forma u otra, demandaba, pero que la "neófita" Águeda Reynés, haya arrasado destrozando la hegemonía socialista de 28 años de permanencia en el poder, hacen que su triunfo adquiera categoría de gesta; el record de 13 concejales es una cifra que el PSOE nunca alcanzó ni siquiera en sus mejores momentos, en los días de "vino y rosas" (o claveles), solamente consiguió 12 "escaños" y en dos ocasiones, en el 83, con Borja Carreras Moysi como cabeza de lista y en el 99, con Arturo Bagur de líder.

Existe además, en relación a este tema, el hecho de que Águeda Reynés sea la primera mujer en conseguir la alcaldía de Maó, un hecho histórico y que en parte condicionará su gestión ya que como tal, como mujer, será observada con lupa; realidad negativa pero incuestionable porque todavía medimos con distintas varas, todavía la igualdad entre hombre y mujer no es del todo real y efectiva; particularmente apuesto y "trabajo" en este sentido, es decir, por y para que la igualdad real sea un hecho tangible.

En el anverso de la moneda aparece Vicenç Tur -a quien aprecio muy sinceramente- que posiblemente e incluso por su propio partido, será considerado como el candidato que no supo mantener la alcaldía ni la hegemonía socialista, es más habrá quienes le echarán en cara que su rival, políticamente desconocida, le haya aventajado en 1.912 votos, una diferencia considerable. También me dolería -lo sentiría en el alma- que lo eligieran como chivo expiatorio, porque es un político de largo recorrido además de joven y preparado, sin embargo, a mi modo de ver, le falta, un cierto grado de humildad o "despojarse" de la prepotencia que los halagos excesivos provocan, como el "saber estar", algo que no se aprende en la universidad, porque es un don innato, que se tiene o se carece de él; también es obvio que no posee aquel populismo del que su antecesor, Arturo Bagur, fue un consumado maestro pero, el tiempo y el deseo de mejorar hacen "milagros" y él tiene, afortunadamente, toda la vida por delanteMe he propuesto ofrecer mi leal y sincero análisis de unas elecciones que, en clave de primarias, han proporcionado pistas e incógnitas por despejar, lo haré por etapas, prefiero este sistema que el meter todos los ingredientes en una olla a presión, sin prisas y sin pausas, porque hay mucha tela que cortar, como la debacle, especialmente en Maó, de los partidos minoritarios que, han desaparecido del mapa político local. ¿Qué pecado cometieron? ¿Son realmente "culpables" o han sido tragados, sin más, por el tsunami provocado por el PP?