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El PP ha anunciado que va a llevar a cabo auditorías en todas las administraciones que entra a gobernar para comprobar su situación económica. Quizás el PSOE también deba hacerlo en Es Migjorn, donde todavía no se ha aprobado el presupuesto de 2011. Las inspecciones de las cuentas ratificarán lo que ya se sabe, la paupérrima situación de las arcas públicas y concretarán los problemas de liquidez. Hace bien José Ramón Bauzá, próximo presidente del Govern, en insistir en la austeridad como eje central de la gestión. También son positivas las medidas anunciadas por Santiago Tadeo, de gobernar, de momento, con 8 consellers, sin otros no electos, y con una reducción de direcciones insulares. El Consell dispone de funcionarios con capacidad más que suficiente para desarrollar con eficacia algunas áreas de gestión. Cualquier incremento de coste deberá justificarse por otro marco económico, lo que no es previsible a corto plazo. La reducción de las nóminas políticas, de cargos de confianza y de los gastos de representación no será suficiente para paliar el estado de las arcas públicas. Es imprescindible acometer la reforma de la administración y en el caso de Menorca deberá tener objetivos particulares.