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Hoy, 21 de junio de 2011, María Luisa Serra Belabre hubiese cumplido 100 años. Una fecha a recordar y que ha servido de acicate para que toda una serie de entidades públicas y privadas de Menorca le estén rindiendo este año un homenaje a esta insigne menorquina. Su labor y su recuerdo, aun después de haber pasado más de 40 de su fallecimiento, sigue en la mente de muchos de nosotros. La cantidad de cosas que esta mujer llegó a realizan en vida hacen que sea imposible escribir aquí, en un artículo de periódico, ni una síntesis de todo ello, y eso que estuvo en activo un corto plazo de tiempo. Recordemos que Serra terminó sus estudios universitarios a los 38 años, y que su fallecimiento fue muy temprano, en 1967. Es por ello que lo único que aportaré en estas líneas que siguen es una simple pincelada de sus iniciativas y acciones.

En ese sentido es recomendable, para una mayor documentación sobre su vida, la serie de obituarios escritos al poco de que ella falleciera, junto al audiovisual editado en este año 2011 por la Biblioteca Pública de Mahón, "Maria Lluïsa Serra Belabre. Directora de la Casa de Cultura de Maó", bajo la responsabilidad de Esperanza Pallicer y de J.F. Sánchez Nistral. Por otra parte se puede apreciar en este momento su manera de trabajar gracias a una pequeña exposición organizada por el Ateneu de Maó, conformada por parte del legado de su documentación personal. Ambos casos, audiovisual y exposición, forman parte de los actos que se han organizado en este centenario. Como estamos en la mitad del aniversario, restan por llevarse a cabo toda una serie de los mismos. Quiero mencionar aquí la exposición que se prepara para después, (...) que nos permitirá acercarnos a Serra Belabre en su faceta de Directora de Museo y Arqueóloga, y que se sumará la que se prepara en el Arxiu d'Imatge i Só del CIME, con sus propias fotografías. Parte de ese homenaje se cerrará con un acto en el Ayuntamiento de Mahón, -ella es la única Hija Ilustre de la ciudad-, agradeciendo desde la corporación, y de manera pública, el que diese a esta ciudad, junto con su hermana Carmen, el Pont de Sant Roc. A ello se han unido una serie de conferencias sobre su persona y su actividad profesional, el habérsele concedido a título póstumo, por parte del CIME, de la Taula d'Or 2011, y esperemos poder ver su rostro en bronce en la Illa del Rei, junto a su basílica paleocristiana, iniciativa ésta procedente de la Fundació Hospital Illa del Rei.

Mª Luisa Belabre es especialmente recordada, ¡cómo no!, por la labor al frente de la Casa de Cultura, y eso que solo fueron 16 años los que estuvo esa responsabilidad –desde 1951 a 1967, pero es que fue tal la intensidad y calidad de todo lo organizado por ella en esos años, que hace que hoy en día deba considerarse a Serra Belabre como uno de los puntales y germen de lo que es actualmente la cultura en Menorca. No es extraño, por tanto, que el Consell Insular de Menorca haya decidido declarar este presente año como "Any Serra Belabre". Un tríptico que se ha difundido en escuelas e institutos incluye un resumen de sus acciones y biografía, así como un calendario con la serie de actos y actividades que se están llevando a cabo desde fines del 2010.

¿Cómo recordar a Serra, con que Serra nos quedamos? ¿Bibliotecaria? ¿Archivera? ¿Arqueóloga? ¿Directora de Museo? ¿Investigadora? ¿Historiadora? ¿Fotógrafa? ¿Ateneísta? ¿Viajera?... Difícil decisión, más teniendo en cuenta que era mucho más que todo eso.

Mª Luisa fue, en primer lugar, una persona de una alta categoría humana, a la que hoy debemos considera como una mujer pionera de su tiempo, de lo que creo ella no fue consciente. Sus papeles lo delatan, ella era una trabajadora tenaz y entusiasta, con curiosidad y muchas inquietudes, y ahí debía estar, día a día, al pie del cañón, sin pereza hacia cualquier esfuerzo, tanto en lo que era dedicar su propio tiempo, como incluso su propio dinero, el de su sueldo y el que debía seguir proporcionando la ferretería heredada de su padre, con la concesión de la dinamita incluida. Ya hemos citado la compra del Pont de Sant Roc, y se podría seguir nombrando aquí otras obras de filantropía, como las adquisiciones de libros o documentos poco comunes, o el pago de su propio bolsillo de reparaciones en la propia Casa de Cultura. Tampoco fue tacaña en el momento costearse viajes a Barcelona, Valencia, Mallorca, o a donde fuera necesario, en pos de un mejor conocimiento de lo que estaba investigando en ese momento, ya fuese su objetivo ir a consultar un archivo, como ir a un congreso, como estar en una biblioteca.

Y si tenía que gastarse 927 pesetas –de aquél tiempo, 1967-, por 103 fotocopias, lo hacía. Dentro de estos gastos debemos incluir sus otros viajes, testimoniados en sus diapositivas, guías, o en las postales que enviaba a su hermana, a diversas zonas del Mediterráneo, Creta, Atenas, Sicilia, Roma, etc., son imágenes capturadas por su máquina fotográfica.

Realmente cabría decir que Serra Belabre fue una gran dinamizadora, en todos los sentidos, de la cultura menorquina, tanto dentro como fuera de Menorca. La creación del Seminario de Estudios Menorquines o la sección Menorquina dentro de la biblioteca de la Casa de Cultura son parte de ese legado. Pero también hay que mencionar su empeño por disponer a la ciudadanía hacia el mundo cultural. Ella fue la responsable de la introducción de nuevos modos de transmisión de la cultura y de nuevas líneas de investigación, y de todo tipo de material innovador con, por ejemplo, la compra de un televisor. La serie de charlas, de conferencias, audiciones musicales, pases de diapositivas, la promoción de visionados de películas o documentales con comentarios a finalizar las mismas, el acoger en el seno de la Casa de Cultura el Cineclub, la Orquesta Sinfónica de Mahón, o la creación de la sección de Fotografía, son prueba de esas inquietudes que ella misma tenía y que procuraba transmitir a los que estaban a su alrededor. Ayudó a ello también la serie de exposiciones de todo tipo que ella promocionó y ejecutó, desde dedicadas a la mujer menorquina, al puerto de Mahón, al doctor Mateo B. Orfila, o a Hernández Sanz. Se suman las muestras anuales de rosales, las celebraciones de ferias del Libro, con exposiciones paralelas, como la cervantina o la dedicada a los incunables; asociado a esos temas se hicieron representaciones teatrales

Y, además de todo eso excavó en muchos yacimientos, de época talayótica, como Talatí, Son Catlar, Tudons, etc., o en las basílicas paleocristianas de Menorca, con especial incidencia en las de Fornàs de Torelló y de Illa del Rei, publicando sobre todo ello. Dentro de esta línea, cabe mencionar que gracias a ella se celebró en Mahón el l X Congreso Nacional de Arqueología en 1967. Y estaba a punto de leer su tesis doctoral sobre las Navetas de Menorca.

Como archivera decir que consiguió que el archivo existente en la casa de Cultura obtuviera, en 1952, la categoría de Provincial. Como investigadora trabajó intensamente en diversidad de archivos históricos, permitiéndole trabajar sobre la edad Media o el siglo XVIII.

Como bibliotecaria consiguió el que se convirtiera en realidad, el mismo año de su fallecimiento, que cada uno de los términos municipales de la isla tuviera biblioteca.

El mismo museo creció durante su dirección, especialmente en lo concerniente a nuevas piezas, muchas de ellas procedentes de sus propias excavaciones, o de la recogida de elementos de etnología, un tema del que era especialmente sensible.

Y difundió la cultura menorquina fuera de la isla, especialmente con sus escritos en el Diario de Barcelona, La vanguardia, el ABC, la revista Destino, Serra d'Or, etc.

Pero sobretodo destaca de Mª Luisa Serra Belabre, Na María, su gran amor y apego a su tierra, en palabras de su entrañable amigo Guillem Rosselló Bordoy:
"Mª Lluïsa Serra va estimar Menorca d'una manera especial. Li va dedicar la seva vida i el seu esforç intel·lectual sens mesura, amb plena força i afecció. Les seves dèries, encara que diversificades, giraren sempre envers a un sol estel: MENORCA i res més".
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(*)Catedrática de Arqueología, universidad de Granada y Vice-Presidenta del Ateneu de Maó, Cap de la secció d'Història i Arqueologia del IME