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El nuevo conseller de Turismo, Carlos Delgado, no va a traspasar al Consell la competencia de promoción turística, a pesar de que lo establece el Estatut de Autonomía. Aduce motivos económicos y anuncia nuevos sistemas para llevar a cabo las acciones promocionales y pone como ejemplo el municipio del que ha sido alcalde, Calvià, donde ha facilitado que sean las cinco asociaciones hoteleras las que planteen los objetivos, contando con el 50 por ciento de financiación de la administración. Aglutinar a todas las entidades privadas, implicándolas en las acciones turísticas, incluso con aportaciones económicas, es positivo. Sin embargo, Menorca sigue luchando por definir su propia marca, por ganar personalidad en las ferias y los mercados, en los que el peso de Mallorca y Eivissa, en el conjunto de la promoción balear, eclipsa su imagen. Por este motivo tiene sentido que la promoción se gestione desde Menorca, sin incrementar los gastos pero sí la eficacia para conseguir unos objetivos propios y diferenciados. Joana Barceló tampoco llevó a cabo el proceso de transferir la promoción turística. Al final, lo importante es quién y cómo se gestionan los recursos públicos. Menorca no puede permitirse experimentos.