Cuando hablamos se nos llena la boca de la importancia que tiene la cultura para con la sociedad en que vivimos y su desarrollo. Pero para ello la cultura hay que fomentarla, promocionarla en la base, es decir en la infancia, para que desde pequeños vayamos entrando de forma precisa en el relleno social incrementando lo que hemos dado en denominar el acervo cultural de un país.
Por eso debemos cuidar en gran medida las obras sociales, fundaciones que están en las empresas privadas o públicas, es lo mismo, porque todas ellas juegan un papel esencial en la cultura. La desaparición aunque a ritmo lento de las obras sociales y fundaciones están poniendo en peligro el entorno cultural del país.
Sabemos que tanto las fundaciones como las obras sociales, uno de sus fines primordiales es la movilización de recursos para atender las necesidades más esenciales de la sociedad elevando su calidad de vida. Se deben hacer, por tanto, políticas de base que sirvan para apoyar a este tipo de fundaciones y asociaciones que al final va en beneficio de la sociedad en su conjunto, e incluso van a servir en ocasiones para ayudar a las economías débiles de los estados, especialmente en becas, subvenciones para construcciones de proyectos, ONG etc.
Actualmente el concepto de obra social lo ligamos a las cajas de ahorro, bancos etc. que intervienen todas ellas en un porcentaje importante en cultura y tiempo libre, y asistencias sociales. Pero no solo son estas entidades la base de las fundaciones y obras sociales porque el principal motor lo tiene el propio estado, cuidando tanto el acervo histórico como el artístico del país, y para llegar a esto debemos enseñar a los más jóvenes el respeto por nuestra cultura a través de su historia.
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Luisanz66@hotmail.com
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