El balance de las fiestas de Sant Joan de este año presenta una cuestión central que se refiere a la seguridad. Preocupan situaciones graves, como los accidentes en Es Pla, con un incremento del riesgo para los "cavallers" y para el público, y las agresiones sexuales en lo que debería ser la fiesta de "ses avellanes". Sant Joan pierde belleza si no se toman medidas para evitar estas situaciones. La masificación es un debate antiguo, pero que hay que afrontar. Ciutadella no puede ser el punto de encuentro de un macro botellón. La apertura del puerto comercial ha provocado un desembarco masivo de mallorquines, calculado en un incremento de más de 7.000 personas. Limitar las plazas puede ser una medida a valorar, aunque lo que es evidente es que las autoridades han de tomar algunas decisiones. Los 'ciutadellencs' son los primeros que lamentan este riesgo de deterioro porque aman su fiesta y defienden su esencia. Pero lo más importante es que las personas no pueden sufrir un trato denigrante, ni ser víctimas de agresiones. La respuesta a esta encrucijada se ha demorado durante años y representa un reto difícil. Ahora es el momento de abrir una reflexión que ha de llegar a conclusiones concretas.
Editorial
La fiesta más hermosa no puede dejar de serlo
27/06/11 0:00
También en Opinión
- Un calamar de grandes dimensiones sorprende a los bañistas en la playa de Son Bou
- Retenciones en la carretera general de Menorca por culpa de un tren turístico
- La Policía de Ciutadella enseña el vídeo de la infracción a los que reclaman por las multas en Ses Palmeres
- Oleada de quejas por el semáforo de Ses Palmeres: 2.000 multas en tres meses
- La menorquina, una víctima «desamparada» y «humillada»: las claves de la dura condena a la manada de Palma
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.