Es probable que las menorquinas que plasmó De Heillimer lucieran ricas telas que se anunciaban en los comercios de aquel Mahón (Museo Hernández Sanz)

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Mi madre me respondió… "Y las que se vierten, se vierten todas en vano". Esto y mucho más fui recordando, por el angosto pasadizo del cementerio que me conducía hasta la tumba de mi querido padrino. El que tanto me quiso, el primero que me leyó como tantas veces ya he dicho a Ruiz y Pablo. Sonaba la bandurria y sabía todas las letras y sones de lo que ahora se conoce como folclore. El 4 de junio se cumplieron dieciséis años que subió a la casa del Padre.

Mientras iba pensando con los tiempos vividos en sa sínia des Moret, topé con unos amigos de mis mayores que hacía meses que no coincidíamos, nos alegramos fundiéndonos en fuerte abrazo. Y tal como suele suceder al encontrar gentes que te quieren, me hicieron saber que siempre me leen y ello me alegró. Les encantan las antiguas publicidades y detalles de l'antigor. Recalcándome lo haga, de poseer algo de los Sturla. Efectivamente, sin bien no es mucho, tal como mi amigo me pidió, es posible que pueda ser de interés a los archiveros del Hospital Militar. Para vosotros, Rafael y Maria, con todo mi cariño.

El comandante don Bartolomé Sturla nació en Mahón en 1797, se unió en matrimonio a doña Antonia Saura Eymer, nacida en 1813.

Este matrimonio vivía en la calle Ravaleta. En 1844, él tenía 47 años y ella 31 y 8 hijos, a saber:

Juan 1834 (piloto). Maria 1837. Pedro 1839. Bartolomé 1840. Emilio 18-3-1844 (también piloto). Teodora 25-9-1849. Antonia 19-3-1850, y Claudio 20-5-1852. Con la familia vivían dos criadas nacidas en Sant Lluís. Juana Vidal y Maria Coll, de 40 años.

En abril de 1860 fue nombrado apoderado de la familia Juan Sans Roca.

26 años después los encontramos en el mismo lugar, la casa rotulada con el número 11, donde se habían casado. Digo mal, el cabeza de familia había fallecido en 1870, la señora Antonia Saura Eymar era considerada, además de viuda, hacendada. Con ella vivían sus hijos Emilio de 25, piloto, Teodora, de 22, Antonia, de 20, y Claudio, de 17. Y una criada natural de Mercadal, Juana Fuguet, de 32 años.

1901, doña Juana tenía 68 años y vivía con Maria Torrent Verger, de 55, de Mercadal, esta permaneció en la casa hasta 1913.

En 1910 se encontraba en la casa una niña de 11, Esperanza García Riudavets.

Pedro Sturla Eymar residía en el 27 de la calle del Castillo, eran los momentos del auge fotográfico, desplazándose prestigiosos profesionales de otras ciudades, lo que debió inducir entre los misterios de la cámara y los líquidos al tercero de los hermanos Sturla Eymar.

A principios de 1909, en la calle del Castillo 27 de nuestra ciudad, se notificaba a los aficionados que en aquellos talleres encontrarían toda clase de productos químicos, preparaciones hechas para la fotografía, como igualmente placas y papeles sueltos o al por menor bajo los precios económicos. "Encontraréis quien os hace a cualquier hora toda clase de operaciones del uso, como son cargar y descargar los aparatos revelar, impresionar copias, etc. Bajo precios también económicos. Encontraréis también los que tengan afición al arte, máquinas fotográficas, de ocasión en perfecto estado y bajo prueba a precios relativamente baratos.

También se dispone de Novedades.- Postales dobles de vistas de Menorca en fotografía solo a treinta y cinco céntimos una. También las hay de sencillas al bromuro a 0´15 una fototipia en color a 0´10 una y comprando doce se ceden por 1 peseta.

Próximamente se abrirá un nuevo muestrario de postales variadas y vistas de la isla en diferentes tamaños en la plaza del Carmen, las cuales irán anotadas con sus precios respectivos. Se hacen retratos en postales y demás tamaños a precios sin competencia".

Y continuando con los anuncios publicitarios, es un placer copiar de la prensa los que se iban publicando, algunos proponiendo productos propios para el 24 de junio, que en nuestra ciudad también se celebraba por todo lo alto.

La Viña, Fiestas de San Juan. Extenso surtido en tostadas, centros y ramilletes, los encontrará en la confitería y colmado. Advirtiendo a su distinguida clientela y al público en general, conviene hagan sus encargos con tiempo para que puedan ser debidamente atendidas. Esta casa obsequiará a sus clientes con bonitos regalos por cada 100 pesetas en cupones que recibirán en todos los artículos de colmado. Calle Ravaleta.

En la mercería Mateo Mir, calle doctor Orfila 22, encontrará los corsés Warners. Garantizados, lavable, inoxidable, irrompible, indesgarrable, indeformable, confortable. Sus cierres especiales, broches y varillajes exclusivos procuran siempre el máximo de esbeltez, elegancia y comodidad. Es apreciado en el mundo entero.

De todo encontrará en La Mahonesa, no olvide que por cada 100 pesetas en tickets tiene derecho a un regalo.(En aquellos años veinte ofertaban) horchatas, jarabes de todas clases, sal de fruta Eno, sidral Planas, hidrolitines doctor Grau, litolinas Santa Teresa, agua de mesa Stella, galletas Birba, barquillos para helados. Calle Nueva 16. Servicio a domicilio. Su propietario don José Pons Montanari, demostraba ser conocedor de las estrategias de un buen vendedor.

Fábrica de aguardientes y licores de José Pons Seguí. Especialidad en estomacal marca Baró, gran tónico digestivo. Rampa de la Abundancia 42. Depósito, colmado La Viña de don Salvador Florit. Pintor Calbó 28 (Ravaleta).

Todo Mahón, comentaba la gran liquidación por cesar en el negocio a una de las mercerías más importantes, conocida con el nombre de La Confianza. Sus precios eran más económicos que en la propia fábrica. Precio fijo y al contado. Hannover 38.

Joyería Sintes, Carlos III, 20. Gran variedad en artículos para regalo. Relojes de todas clases y precios. Gran surtido de bolsillos plata ley para caballero, con escudo de Mahón, propios para recuerdo de las fiestas deportivas. Precios de fábrica.

Varios puntos de venta de hielo al por menor se encontraban en nuestra ciudad. Calle Hannover 35 (frente la calle Alayor). Tienda de comestibles 38 de la calle de Santa Rosa. La de comestibles de la Infanta, esquina Bélgica. Taberna del Anden de levante 13 cerca de los vapores. Calle Isabel II, 31 comercio de ultramarinos. Colmado Royal, frente casa del Pueblo de Pi y Margall (Camí des Castell). Prieto y Caules, esquina San Antonio, tienda de comestibles. La Carbónica Mahonesa, calle Ciudadela 52.

La marca de garantía en material eléctrico, A.E.G. agente comercial J. Vives Llull.

A continuación, otra casa muy conocida y recomendada se anunciaba:

EL Bazar, todas las novedades mundiales las encontrará en los establecimientos El bazar. Artículos para regalo, viaje, sport, casa, aparatos fotográficos y materiales Kodak y AGFA. Laboratorio fotográfico. La casa que vende mas barato de la isla.

Inmensa colección de abanicos, sombrillas, bolsos, echarpes, mantones. El mejor surtido en tejidos y toda clase de novedades, en La Fantasía. Carlos III, 18.

La Estrella. Fábrica de gaseosas de José Barber. Depósito de la importante y acreditada cerveza de la sociedad anónima Damm. Tipos que se elaboran: Viena, Pilsen, Estrella Roja, Munich y Estrella Dorada. Depósito, calle de la Infanta 186-190 Mahón.

Para vinos y aceites, riquísimos, de purezas garantizadas, recibidos directamente de los cosecheros. Casa Ferré, Mahón. Almacenes los más importantes de la isla. Andén de Poniente 37, 38, 44,45. Despacho y encargos Pintor Calbó 23. Servicio a domicilio.

Aquel invierno un inmenso surtido de juguetes se encontraba en Las Novedades de Niní Oliver, a precios de fábrica, calle de La Concepción 19. Intentaba liquidar el género de su comercio para dedicarse de lleno a su oficio, de modista.
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margarita.caules@gmail.com