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Sabes Rock que soy un auténtico aficionado a la bachata, ese popular género dominicano que me cautivó desde casi el principio de mi estancia aquí.

Antes me llamaban "España" y desde hace unas semanas, por obra y gracia del Dj de La Nancy me llaman "El Gringo de la Bachata". Ya sabes que aquí los blancos somos gringos, independientemente del país de origen.

El Gringo de la Bachata es un cantante local que se está abriendo camino ante las figuras como el Mayimbe, El Príncipe, El Torito o Zacarías Ferreira, por citar algunos de los que más me gustan.

En estos días me gustaría componer una hermosa bachata para dedicársela a la generación del 71 que empezó sus estudios de EGB cuando la inauguración de "Virgen del Carmen" en su actual ubicación de Sinia des Moret, siendo, en consecuencia la primera que acabó EGB en ese edificio.

Fueron 69 alumnos desde Rafael Ametller Sbert a Marta Villalonga. Me acuerdo de sus caritas de niños y sus carotas de adolescentes. Obviamente no te voy, Rock, a aburrir con la lista completa.

Algunas caras se han difuminado en mi memoria especialmente si se llaman Juan Pons Pons, que ha habido unos cuantos; pero sí te puedo mencionar a los deportistas como Carlos Peña, López Carrasco, Manceras, Melsión Cardete, Sanjulián Laforet, Martín Sintes, Alex Vaquero…

Recuerdo la sonrisa de María Cabrejas, Beatriz Gomila, Lucía Pellicer, Magda Bagur, Milagros de la Torre y Mari Cele.

Tengo un cariño especial a Marta Villalonga -Cas Tix- que se ruborizaba cuando la sacaba a la pizarra y a la que luego encontraría en el Ayuntamiento de Sant Lluís.

Y que decir de los famosos Fede Gelabert , Fernando Orfila Abadía o Alfredo García Haro.

Muchos de ellos y ellas se perdieron con el tiempo. Así podría decirte que nunca más volví a verlos, al menos en los últimos 20 o 25 años.

No sé nada de Ernest Pons Fanals, un científico extraordinario, de José Vicente Melsión que se fue a estudiar por Valencia, de Vicente Ortuño, Antonio José Pons Pons y una serie de esa generación del 71.

Tengo que citar a Bernat Pons, Mery Pascual, a la bella Pilar Oleano (que levantaba pasiones entre los chavales) al terrible Toni Muñoz, al rubio Rafa Carreras y, especialmente a Enrique Sánchez Rodríguez que sorprendió a todos en el viaje de fin de EGB por Madrid y alrededores. A Milagros de la Torre Camps, Martín Sintes, Mari Cele y al grupo de Sant Climent y a todos aquellos que ocupan un rinconcito de mi corazón.

Ellos fueron receptores de mis tizas voladoras, de mis broncas y mis manías, de mis patadas en los partidos del patio, de mis…

Así que deseo de todo corazón que la cena del próximo viernes, día 8, sea una noche inolvidable.

Desde aquí, en este retiro dominicano, brindaré por vosotros deseando que seáis muy felices.

Y cantaré una bachata del Gringo que dice: Aquellas personas que llevo en mi corazón nunca serán olvidadas, aunque digan que la distancia es el olvido.

Suerte