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La farmacia de Ernesto Felix Bosch, punto de referencia para los transeúntes de nuestra ciudad, establecimiento cómodo para los usuarios, presente en la popular Arravaleta, al paso de los viandantes camino del mercado o como diría Praxèdies rumbo a las calles des cap de llevant i baixamar.

Inaugurada el 10 de julio de 1961, adquirida el año anterior a su antiguo propietario y aun hoy recordado don Florián Ruiz del Campo Cuevas (4.3.1881 Bailuega, provincia de Guadalajara), que a su vez la había comprado en 1921 al farmacéutico Rafael Ruiz Narváez de La Palma de Gran Canaria, permaneciendo tan solo 4 años, de 1917 a 1921. A su vez este la había obtenido de don Honorio Pons Zabala natural de Valladolid. Hay que tener en cuenta que aquel Honorio inauguró la farmacia de la Arravaleta en el número 4, el 22 de diciembre de 1900, hasta 1910 , vendiendo su local al señor Nieto, montando una barbería al estilo parisino (actualmente Ca's Gomilas), mientras el boticario hacía lo propio en la acera de enfrente, "porta per porta", con la particularidad de que en 1924, el Ayuntamiento cambió la numeración, rotulándose el comercio con el 5, eliminando el antiguo 3 que hi havia dalt sa porta.

Si los números no fallan la Ravaleta, hace 101 años que dispone de farmacia, tras pasar por diferentes titulares, ya que actualmente es regentada por su hijo Juan Ernesto Félix Nicolás, detalle que honra al padre, que ha sabido inculcarles el amor por la misma, a sus cuatro hijos.

El boticario, mi apreciado Ernesto Felix, persona sencilla, siempre presta intentando ayudar a cuantos acudieron a su establecimiento, a dichas personas dedicó a lo largo de la conversación su agradecimiento por la confianza recibida de padres a hijos, atendiendo cuatro generaciones durante estos 50 años, añadiendo que sin ellos hubiera sido imposible llegar a tal efemérides. No hay que olvidar, que el oficio de farmacéutico algo tiene que ver con el de confesor. ¿Quién no ha acudido en alguna ocasión antes de dirigirse a la consulta del doctor a su farmacéutico exponiéndole, que té mal aquí o allà, en busca de un ungüento milagroso, o los consabidos supositorios tan en boga años atrás.

Ernesto con su mirada, tranquila y serena, su sonrisa paternalista, siempre supo escuchar intentando paliar o remediar a la vez que en muchas ocasiones aconsejó que era molt millor visitar es seu doctor, sin defraudar al paciente recomendándole alguno de los muchos productos expuestos en las estanterías, a la espera de la cita con el facultativo.Hará 7 o 8 años, decidió jubilarse al comprobar que sus hijos llevaban a la perfección el negocio. Desbordado por lo que hoy representa una farmacia, repleta de burocracia. Lo que antaño se conoció per paparum se ha desglosado en el trabajo frente el ordenador, debido a su evolución en nada se parece al que aprendió en la facultad. Al comentar su paso por la universidad hizo hincapié de sus veraneos en nuestra ciudad, sus prácticas, al igual que tuvo un emotivo gesto y un cordial recuerdo de gratitud hacia Juan Antonio Seguí Mercadal, proporcionándole la oportunidad de pasar una temporada en su farmacia des carrer de ses Moreres, ya centenaria, mientras que el recordado auxiliar, Luis Buñuel, lo ayudó con su sabiduría más bien diría yo, " molta pràctica" explicándole como elaborar las recetas, que recibían dictadas por los médicos. También tiene encuentra presente su paso por COFARME, practicando y desenvolviéndose en un mundo tan complejo como son los laboratorios y sus medicamentos, que gracias al respaldo de un buen conocedor y experto, Fraterno Lluch, "se'n va sortir".

Tras un atardecer de charla con mi admirado boticario i na Sonia sa patita de la casa, y tener la oportunidad de ir anotando infinidad de datos y curiosidades, todas ellas muy valiosas, emocionándome al comprobar la gratitud de esta familia que hace extensiva no tan solo a cuantos acuden a su establecimiento, de tota sa vida a COFARME, los distintos farmacéuticos/as, de la isla de manera especial a los de Mahón.

Lamentando no poder festejar la festividad como siempre había soñado la familia Félix Nicolás, y que tantas veces habían proyectado. Si Déu vol, quan faci es 50 anys, o ben celebraren.

Alguien dijo, la vida hay que tomarla tal como se presenta y no como la deseamos, por todos es bien sabido que los mismos viven momentos de profundo dolor difíciles de superar, dentro de una semana se cumplirá un año que Maruchi esposa y madre de los farmacéuticos subió al cielo, lo que les lleva a pasar por alto festejo alguno.

Movida por el testimonio de Ernesto Félix y una colosal base de datos de su devenir en su botica, descubriendo un sinfín de curiosidades, me dispuse a seguir el rastro de su inicio, escuchando a la vez que anotando lo que me iba explicando, enriqueciéndome por desconocer detalles y curiosidades de esta humilde servidora.La farmacia (del griego fármakon, medicamento, veneno, tóxico) es la ciencia y práctica de la preparación, conservación presentación y dispensación de medicamentos. Lugar donde se preparan y venden los productos medicinales. Continuando con que el concepto de farmacia galénica, derivado por Galeno médico griego gran experto en preparar medicamentos para paliar los males de sus enfermos.Desde el siglo XX la elaboración de los medicamentos corrió a cargo de lo que se conocería como industria farmacéutica, aclarándome que si antes todo farmacéutico era galénico, actualmente ya no es así. En la actualidad tiene una triple componente, química, biológica, clínica, sin olvidar que se considera también práctica de la farmacia aconsejar al paciente.

Pero el farmacéutico, no tan solo se conformó con seguir los pasos más arriba expuestos, dio muchos más sumergiéndose en nuestros bosques, perdiéndose entre barrancos y tanques, buscando cuantas plantas medicinales pudiera encontrar.

Los menorquines debemos agradecer el trabajo de investigación de la flora de la isla. Su manera de ser, su paso siempre de puntillas, ha hecho que muchos de nuestros paisanos desconozcan su faceta, que si fue valorada por el recordado doctor don Agustín Domenech Landino que de plantes en sabia molt a la vez que admiraba la dedicación demostrada por Ernesto.

Dejando de lado su paso por la Obra Cultural Balear de la cual fue cofundador, me interesé de cómo se llevó a cabo el montaje de lo que sería la nueva farmacia, pregunta obligada, interesándome por el antiguo cartel o rótulo de la fachada del señor Florián Ruiz del Campo, informándome que el mismo, junto al resto de maderas que forraban la misma, estantes, armarios y vitrinas del interior, se hallaban en muy mal estado de carcoma siendo inservibles. Tan solo una mesa del laboratorio y algunos frascos, que se encuentran junto a otros, en los estantes de la farmacia.

Al entrar los albañiles, debieron derribar viejas paredes, dirigidos por Pedro Pons Vidal, los carpinteros Ernesto Monjo i "en Veleta", auténticos artesanos". Armarios y estantes trabajados por Juan Benejam y la iluminación corrió a cargo de los hermanos Eladio y Rafael Saura, bajo las órdenes del arquitecto Pedro Luis Mercadal, íntimo amigo de Félix.
Aquel 10 de julio de 1961 "dia de Sant Cristòfol", se reunieron en la nueva farmacia familiares y amigos bendiciendo el local don Miguel Villalonga, párroco de la iglesia del Carmen a la vez que vecino de la familia Félix Bosch.

El lunes si Dios quiere continuaré. "50 anys donen per molt"

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margarita.caules@gmail.com