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La gerencia se compone, en esencia, de dos grandes disciplinas: la materia dura y la materia blanda.


Pertenece a la materia dura todo aquello que es tangible y racional: cash-flow, procesos, infraestructura, indicadores.


Pertenece a la materia blanda todo aquello que es intangible y emocional, como la motivación y el compromiso, la cultura organizacional y los valores.


En cuanto a recursos, pertenecen a la materia dura lo que tiene que ver con finanzas y tecnología y a la materia blanda las personas y la gestión de su potencial y talento.


Las universidades y escuelas de negocios, en general, dedican todavía mucho más tiempo a estudiar y analizar la materia dura, que la blanda. Ni hablar en carreras como Ingeniería, TI, etc.


Todos los que son expertos en materia dura, sin embargo, necesitarán el dominio de la materia blanda, a más tardar cuando empiecen a escalar posiciones y tengan que liderar personas. Está claro: las personas y su comportamiento (materia blanda) no responden a las mismas reglas que los números, la tecnología o las finanzas (materia dura).


Alguien puede ser un genio en informática o finanzas, y al mismo tiempo un analfabeto en la conducción del talento humano. ¿Cuánto le cuesta a las empresas este tipo de analfabetismo?


Hay un profundo cambio de paradigmas al ir de una sociedad postindustrial a una sociedad del conocimiento, donde el principal factor productor es el cerebro y las habilidades de relacionarnos. En esta nueva sociedad, lo intangible determina lo tangible y lo invisible lo visible.


Están creciendo las muestras y testimonios a nivel mundial de que la materia blanda tiene una influencia directa en la productividad y con ello en la rentabilidad.
¿Por qué la materia blanda es la más dura?


Porque nuestra educación (tanto escolástica, como empresarial) sigue apostando principalmente al raciocinio y a la lógica secuencial. Pregúntese: ¿cuántas horas ha invertido usted en manejar su computadora, indicadores, finanzas, etc, en comparación con las horas invertidas en entender y manejar el comportamiento y la motivación humana?


¿Cuánto más eficiente y rentable pudiera ser su empresa, si toda-persona-que-conduce-a-otra tuviera las competencias idóneas para mover al talento humano a sentirse más realizado y con ello más productivo?


Usar el sentido común no basta.

La materia dura:
• es más cara (cuesta dinero)
• es más fácil (sólo cuesta dinero)
• su efecto es de más corto plazo
• es más racional
• más facilmente medible y cuantificable

Mientras que la materia blanda:
• es más barata (en muchos casos no cuesta nada)
• es más difícil (el dinero no basta)
• su efecto es más duradero
• es más emocional
• no es tan fácil medirla, ni cuantificarla

Mi pregunta es: si la materia blanda se traduce en rentabilidad y es más barata y más duradera, ¿por qué no apostamos más sobre ella?
Llegar a la maestría en el manejo de la materia blanda tiene un primer paso muy concreto: la consciencia de que en la sociedad en que vivimos, lo blando determina lo duro y lo emocional influye en lo racional.

Recuerda 1: La motivación influye directamente en la productividad y con ello en la rentabilidad.

Recuerda 2: Toda-persona-que-conduce-a-otra debe dominar la materia blanda.

Recuerda 3: La rentabilidad es como la salud: la salud no es todo, pero sin salud todo es nada.
Buena noticia: El manejo de la materia blanda se puede aprender. Basta tener conciencia sobre sus beneficios, un buen puñado de herramientas adecuadas y el deseo sincero de ponerlas en práctica.

Pregúntese: Si el mejorar la parte blanda me cuesta tiempo y dinero, ¿cuánto me cuesta el no hacerlo?


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aszilagyi@2spteam.com