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Menorca tiene una buena asistencia sanitaria siempre que uno no se ponga enfermo coincidiendo con alguna fiesta señalada o que requiera de un especialista fuera de la Isla. En este último caso, la insularidad se convierte en una barrera infranqueable más en tiempos de crisis y más si se tiene en cuenta que no cabe ni el último recurso, el de ir a un banco a que te presten el dinero porque si no tienes pasta para comprar un billete de avión difícilmente cumplirás los requisitos que abren el grifo del crédito. Con la situación creada por la falta de pago a las agencias de viaje se han encendido todas las alarmas. La quiebra del Estado del Bienestar del que algunos han alertado es, entre otras cosas, esto, que estés enfermo y no puedas acudir al médico. Hasta no hace mucho nadie hubiese creído que algo así podía pasar. La clase política, al menos en el discurso, ha dado un paso adelante en favor de la buena gestión de los recursos públicos. Corresponde a la ciudadanía estar vigilante para que las prioridades sean las que tocan y que disfunciones como ésta no se vuelvan a repetir.