TW
0

El príncipe heredero del reino de Siam es un consumado piloto militar y civil. Frecuentemente cruza el cielo de Tailandia en un F-16 de la Fuerza Aérea Tailandesa. Como piloto civil, le gusta pilotar un gigantesco Boeing 373-400 con el que no tiene reparos en volar en viajes privados hasta la mismísima Europa.

En el aeropuerto de Munich el avión que pilota el príncipe es un huésped frecuente. El rumor de su entrevista con el depuesto primer ministro Thaksin lo situaba también en Munich.

Hoy el avión con la inscripción "Royal Flight" está aparcado en una pista de servicio. Sus puertas y rampas han sido precintadas por la policía alemana y está prohibido acceder al mismo. Una orden de un tribunal de Berlín ha decretado su embargo por deudas. El interventor de la quebrada sociedad que intervino en la construcción de la autopista elevada que va de Bangkok Ding Deng hasta el aeropuerto de Don Muang reclama al gobierno de Siam 30 millones de euros. Un tribunal de arbitraje suizo confirmó esta deuda y la consiguiente obligación de satisfacerla. Después de años de gestiones infructuosas, la justicia alemana ordena el embargo de la aeronave tailandesa aparcada en el aeropuerto de Munich.

El avión que parecía pertenecer al Arma Aérea del Reino de Tailandia aunque era usado por el príncipe en exclusiva está causando un grave problema diplomático. El Auswaertiges Amt respeta la decisión judicial y lamentando lo ocurrido se declara incompetente para ir contra una decisión judicial. El poder ejecutivo no puede entorpecer al poder judicial
El gobierno en funciones de Abhisit ha saltado en cólera. El ministro de asuntos exteriores, que por cierto fue uno de los líderes de la "okupación" por los amarillos del aeropuerto de Bangkok en 2009, ha viajado ya a Berlín. Le acompañan el Fiscal General del Estado y altos funcionarios judiciales para resolver lo que consideran un grave fallo diplomático de la República Federal. Piensan pedir la revocación inmediata del embargo del Boeing aduciendo que es una propiedad particular del heredero de la corona y que la deuda de 30 millones de euros es del gobierno tailandés.

El chauvinismo con que la elite tailandesa incita a los amarillos ha encontrado un nuevo argumento. El orgullo y la dignidad nacionales heridos en un país que cree en el origen divino del rey y de toda la familia real. Protegidos por una drástica ley de lesa majestad que impide y prohíbe con 15 anos de cárcel la mínima mención de datos y hechos de la realeza. Tailandia amenaza a Alemania con tomar represalias contra los miles de alemanes que viven o vienen como turistas.

El poner en ridículo al príncipe es inconcebible para la mayoría de los tailandeses.

El ruido mediático que provoca el avión embargado y precintado en Munich servirá para distraer la atención del grave golpe de estado judicial que se está cociendo para declarar nulas las elecciones del pasado día 3 que perdió Abhisit y ganó el Partido por Tailandia de Yingluck Shinawatra.

Esperemos que aparezca un título de propiedad del avión que demuestre que es la avioneta particular del príncipe y como bien privado no pueda ser objeto de embargo por una deuda del gobierno.

Veremos cómo resuelve la diplomacia este nudo gordiano sin que el gobierno en funciones y su partido queden en el más absoluto ridículo.