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Los tiempos están cambiando" fue una de las canciones protesta de mayor éxito de Robert Zimmerman. Incluida en su álbum de 1964 se convirtió en el himno de los cambios sociales en los Estados Unidos de la época. Unos tiempos en que se luchaba contra lo establecido, contra el antiguo "american way of life", contra las costumbres heredadas o impuestas y contra las leyes irrealistas que no cuadraban con la evolución de la sociedad.

Han transcurrido casi cincuenta años y su texto, sorprendentemente, sigue teniendo la misma validez para luchar contra las mismas imposiciones que atosigan también hoy al ciudadano. En Baleares. Y en Menorca.

"Venid gente, reuníos, dondequiera que estéis y admitid que las aguas han crecido a vuestro alrededor y aceptad que pronto estaréis calados hasta los huesos, si creéis que estáis a tiempo de salvaros será mejor que comencéis a nadar u os hundiréis como piedras porque los tiempos están cambiando".

No se puede luchar contra los cambios sociales, contra la evolución de las costumbres, contra la modernidad de la globalización. Quienes lo hacen inevitablemente serán arrastrados por la marea del realismo que no quieren aceptar. Adaptarse a la evidencia es salvarse del hundimiento.

"Venid escritores y críticos que profetizáis con vuestra pluma y mantened los ojos bien abiertos, la ocasión no se repetirá, y no habléis demasiado pronto pues la ruleta todavía está girandoy no ha nombrado quién es el elegido porque el perdedor ahora será el ganador más tardeporque los tiempos están cambiando".

Todos quienes se aferran al dictado de lo imposible, o peor, quienes sientan cátedra sobre la conveniencia de mantener una imposición educativa serán arrastrados por la evidencia social. Los que ahora parecen perdedores serán al final, y sin duda, los vencedores. La realidad se impondrá a la voluntad dictatorial de algunos. La libertad se impondrá a la imposición de los colaboracionistas del totalitarismo.

"Venid senadores, congresistas por favor oíd la llamada y no os quedéis en el umbral, no bloquéis la entrada, porque resultará herido el que se oponga, fuera hay una batalla furibunda que pronto golpeará vuestras ventanas y crujirán vuestros muros porque los tiempos están cambiando".

Efectivamente, todos los legisladores que no atiendan las demandas de libertad de su pueblo, todos los políticos y asimilados que no escuchen la voz de la realidad, serán arrollados por el tsunami de la libertad ansiada. Todas las leyes injustas serán anuladas como cancelados fueron los fueros de la dictadura.

"Venid padres y madres alrededor de la tierra y no critiquéis lo que no podéis entender, vuestros hijos e hijas están fuera de vuestro control vuestro viejo camino está carcomido, por favor, dejad paso al nuevo si no podéis echar una mano porque los tiempos están cambiando".

Padres y madres que todavía no veis el futuro de vuestros hijos con claridad, quienes obstaculizáis su futuro por prejuicios o por no saber criticar y rechazar lo que os impone el "establishment" acomodado, dejad paso a la libertad que necesitan vuestros hijos para ser ciudadanos del mundo y no esclavos de un terruño. No temáis, sed realistas y pedid lo imposible hoy pero posible mañana.

"La línea está trazada y marcado el destino, los lentos ahora serán rápidos más tarde como lo ahora presente más tarde será pasado, el orden se desvanece rápidamente y el ahora primero más tarde será el último porque los tiempos están cambiando".Todos los que defienden lo indefendible, los liberticidas, los que habitan y succionan en el abrevadero de lo políticamente correcto, los defensores de sus propias prebendas, de sus esclavitudes mentales, deberán de saber que pronto serán pasado, que el nuevo futuro de libertad les arrastrará hacia el olvido. Amén. (Escrito mientras me envuelven los sonidos de "The times they are a-changin'").

Nota 1: Robert Zimmerman es oriundo de Minnesota, y, evidentemente, es más conocido como Bob Dylan.