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Mi querida Toñi: Hace meses, deseaba escribirte. Me ilusionaba la idea de que todos supieran que fuiste una de mis primeras amigas de infancia. A raíz del encuentro que mantuvimos semanas pasadas, hizo que al llegar "as lloc de sa figuera", comentara la alegría de toparnos ¿fruto de la casualidad, o de las hadas buenas? Pues si bien nuestras vidas se encauzaron por derroteros distintos, al paso de los años, nuestros encuentros han estado plagados de charlas infantiles, de la calle de la Concepción, sus aledaños, de las niñas que íbamos al colegio de las monjas Carmelitas, ¡benditas hermanas de grato recuerdo!.

Y de nuevo el azar nos ha unido en la festividad de la Virgen del Pilar, en un paraje esplendoroso, en Sa Caleta y su incomparable hotel Blanc Palace, de Ciutadella. Lugar ideal para reunirse amigos y conocidos, según coincidieron los ciento ochenta o más beneficiados que guiados por ti, pasamos una velada y un día para quedar anotado en mayúsculas y letra redondilla en el tablón de…recuerdos especiales, e inolvidables.

Era la primera vez que acudía a un acto semejante, y debo confesar que no encuentro palabras para felicitarte por tu buena organización, tu capacidad para solventar cualquier imprevisto.

Como te decía más arriba, repetirte que el hotel fue esplendoroso, el lugar idílico. Precisamente yo que tantas veces me quejo de los lápices de los arquitectos, en esta ocasión, em trec es barret, felicitándolos, por el buen gusto, calidad y exquisitez de dalt de tot. De tenerlos que puntuar les otorgaría un cien, con matrícula de honor y banda de música incluida. Digo bien, no un diez como nota máxima, lo mismo para el interiorista, el apartado de la limpieza, ni ses desadores mitjorneres. Haciendo extensiva la misma puntuación para el servicio, muy humano, muy agradable y atento, siempre pendientes.

No puedo dejar de citar el servicio de restaurante, espléndido, y una variedad para complacer a todos los paladares. Quedándome asombrada, que gracias a Dios, los jubilados gozan de muy buena salud traguen com llimes noves.

Y por último, el broche final de toda reunión, el baile. Y me pregunto, ¿qué sería del club o centro de persones mayores des Camí des Castell, sin Reynés?

Reynés, con su mágico teclado por obra de magia, hace desaparecer reumas, dolencias musculares, penas y tristezas. Animador indiscutible, su repertorio devuelve alegrías, regenera el ánimo de mover el cuerpo y danzar hasta quedar frits.

El clima, también tuvo mucho que ver, hubo quienes se bañaron en las tranquilas aguas de la Caleta, mientras otros lo hacían en la piscina, como esta servidora, confesando el goce de un baño delicioso, mientras saboreaba una pallofa de Xoriguer, nada tan auténtico para una que se precia de buena menorquina.

Debo agradecer a mis amigos Juan Gomila y Marola, Juan Mercadal y Nini, que se acordaran de Guideta, poniéndome al corriente del encuentro, insistiendo en que me añadiera al grupo, dejando por una vez Bini Repòs. De no haber sido por ellos, jamás hubiera disfrutado del lugar al que hago referencia y a la vez hoy lo recomiendo a todos cuantos no lo conocen, merece la pena.

Para ti, mi querida Toñi, despedirme no sin antes volverte a felicitar. Eres admirable, te quiero, haciendo votos para goces de tu cometido como presidenta, amén de tu ámbito familiar.

P.D. Las fotografías, unas son de internet, y otras se deben al buen hacer como fotógrafo de Juan Mercadal, recién incorporado al apartado de jubilados, tras toda una vida como maestro, deseándole lo disfrute "molts d'anys" .
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margarita.caules @gmail.com