TW
0

Te haces viejo, Dino! Copón, qué mal te sienta envejecer. Como a todos, supongo, pero no se le puede hacer nada, es ley de vida. Llevo semanas queriéndote dedicar unas líneas, algo sencillo, con vistas a tus segundos 26 años, ya que los primeros, que cumpliste ayer viernes, no se te han dado del todo mal. Antes que nada, ¿te seguirás dedicando a esto de escribir? Lo digo porque según dice la gente, se te da bien, pero entre tú y yo, deberías tomártelo más en serio, hacerlo mejor, dedicarle algo más que los cinco minutos que tardas en parir este artículo.

Ya sabes que a mí nunca se me ha dado bien aconsejar, soy un desastre en potencia, pero deja que te diga que hagas lo que hagas, échale ilusión. Que no importa que los años vayan pasando mientras tú sientas que eres feliz. 24, 25, 26... ¿Qué más da el número? Lo importante es cómo te sientas tú. ¿Sabes? En estos 26 años has aprendido muchas cosas a partir de aciertos y también de cagadas. Te has coronado en algunos casos cubriéndote más de mierda que de gloria, pero has intentado sacar algo positivo siempre. Has aprendido que no merece la pena quedarse lamentándote, compadeciéndote, porque mientras lo haces la vida va pasando más rápido de lo que desearías. Que si no deja de llover, debes aprender a caminar bajo la tormenta.

Quizás, a estas alturas, ya se te haya pasado la tontería de ganar un Pulitzer o de ser corresponsal de guerra. A lo mejor ya te has hecho demasiado mayor y ya no tienes los huevos que hacen falta para armar el petate y salir en busca de la aventura.

Pero procura que nada te arranque la sonrisa. Que cuando la mires sea como la primera vez. Cuida más de lo que haces a tus amigos, pues serán los únicos que te ayudarán cuando parezca que el mundo te ha dado la espalda. Desconfía de la suerte y apechuga, aunque te duela, porque si te equivocas es tu culpa y a la vez tu obligación arreglarlo.

Me gustaría decirte que los próximos 26 años serán fáciles, llenos de alegría y que cumplirás todos tus sueños, sean cualesquiera que sean. Pero no es así. No tengo ese poder. Pero sí que te recomendaré que no te entretengas con tonterías, que las hay, sino que vayas directamente a buscar lo que te hace feliz porque quizás un día será demasiado tarde.
–––
dgelabertpetrus@gmail.com