Sobre prioridades e ideas luminosas

Si ASHOME conoce, pues, la gravedad del periodo económico que se atraviesa desde 2008, no se entiende que lance con tanta alegría determinadas propuestas. Quizá esa alegría se la hayan proporcionado los buenos resultados de la campaña turística de este verano, buenos resultados para los hoteleros –sobre todo, seguramente, para los que explotan la fórmula del todo incluido– pero no para buena parte de los negocios y comercios de la oferta complementaria, según las informaciones leídas en papeles periódicos y pantallas electrónicas.

A muchos ciudadanos les resultará como mínimo chocante que, en plena crisis, ASHOME se atreva a reclamar la ejecución del plan de iluminación de monumentos históricos y arqueológicos, una idea luminosa sobre la que, por otra parte, ya abogó la consellera de Cultura, Maruja Baíllo, al poco de tomar posesión de su cargo. Para la patronal hotelera, el citado proyecto debería ser una de las acciones prioritarias del Plan de Dinamización del Producto Turístico para el próximo año. Vale. Se iluminan las torres de defensa, la Naveta des Tudons, el poblado talayótico de Torre d'en Galmés, 'taules' y otros recintos. Muy bien. ¿Y quién carga con su financiación? ¿La Administración: el Govern balear y el Consell insular? Estupendo. ¿Y cómo justificar ante la opinión pública una inversión que presumo sería muy costosa cuando en Menorca existe una gran cantidad de necesidades sociales que exigen resolverse con urgencia? Los hoteleros no ignoran que todo buen gobierno requiere capacidad y acierto en el establecimiento de las prioridades de actuación. Y en la actual coyuntura, no creo que deba ser en absoluto prioritario para la Administración pública convertir en una rutilante realidad las mencionadas ideas luminosas.

Mientras son comprensibles y bienvenidas las medidas de ahorro en materia de alumbrado público, tarea en la que se han involucrado por ejemplo los ayuntamientos de Ciutadella y Es Castell, a la patronal de los hoteleros menorquines no parece preocuparle excesivamente el capítulo del ahorro energético público siempre que paguen naturalmente las administraciones, es decir, el conjunto de los contribuyentes. Mientras en este siglo XXI en Menorca todavía existen unas cuarenta fincas agrarias que no están conectadas a la red general de suministro eléctrico, los señores de ASHOME propugnan la iluminación de determinados elementos del producto turístico. Mientras los nuevos amarres del puerto de Ciutadella serán dotados de tomas de agua pero no de electricidad, la entidad presidida por Joan Melis irrumpe ahora con su luminoso impulso para dinamizar el producto turístico. En el peor momento económico y sin considerar en modo alguno la prioridad de otros planes más urgentes y de mayor repercusión social.

Los Amigos de la Illa del Rei, que han demostrado ser mucho más espabilados que ASHOME a la hora de movilizarse para hacer realidad sus proyectos, lograron en su día una inestimable aportación de ENDESA para proceder a la iluminación del islote. Tome buena nota la citada patronal.

Como en los tiempos políticos que corren se pretende potenciar la iniciativa privada, darle más cancha, y dado que por razones presupuestarias está cantado que la política de inversiones y subvenciones sufrirá un drástico recorte, las propias empresas hoteleras asociadas podrían expresar públicamente la sinceridad de su espíritu de colaboración para mejorar el producto turístico y, aunque sea con carácter excepcional, marcarse un farol –generoso y en euros.

Hechos y no solo palabras. Para empezar, ¿por qué no deciden financiar con sus propios recursos la iluminación de la Naveta des Tudons y Torre d'en Galmés? Si así fuera acordado, no me cabe la menor duda de que la de ASHOME constituiría una magnífica contribución turístico-cultural digna de ser recordada por las generaciones actuales y futuras mediante la colocación de sendas placas en ambos recintos monumentales.