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El Parlament tramita el proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2012. Ayer, la Comisión de Hacienda analizó, entre otras, la propuesta de Salud, Familia y Bienestar Social, cuyo presupuesto se incrementa un 3,16 por ciento y asciende a 1.303 millones de euros, más de una tercera parte del importe global de las cuentas del Govern para el próximo año. La consellera dejó claro ayer que uno de los objetivos es reducir el déficit, que se sitúa en 700 millones, y ajustar los costes a la disposición económica, es decir no generar más deuda. Con ese dinero se han de pagar las facturas pendientes de los proveedores. Es evidente que el Govern de José Ramón Bauzá, aunque mantiene la prioridad de esta área en los presupuestos, sabiendo que la atención sanitaria y las prestaciones sociales generan una enorme sensibilidad, deberá aplicar recortes para conseguir su objetivo de controlar el déficit. No se puede aspirar a cumplir los objetivos del plan de saneamiento sin intervenir en el gasto sanitario. De momento, ya se ha producido un incremento de las listas de espera, al desviar menos pacientes a centros privados debido a la falta de recursos económicos. Por otra parte, el Govern se compromete a mantener los recursos de prestaciones básicas de servicios sociales. Una necesidad ineludible.