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Cuando Roig escucha las soflamas de los políticos se cubre con sus patitas y se acurruca y se ovilla en un intento, vano, de aislarse… En los últimos días lo hace con frecuencia. En los próximos días lo hará –me temo- aún más. Al ver su extraña postura, alguien la confunde con pose propia de su vejez… Y hacen otro tanto con su tristeza, acentuada… Curiosamente su actitud no varía para con los indignados… Aunque su inteligencia le permite distinguir perfectamente entre verdaderos y sucedáneos. Él solo aspira a apartarse de estos últimos, de aquellos que, tras el griterío, no responden a la pregunta pertinente: "¿y luego qué?"…

Hoy ha vuelto a ovillarse, sobre el sofá, mientras a ti te sobrecogía una imagen de un "dominical" en la que la palabra "desahucio" adquiría nombres propios y rostros singulares. Se la ocultas…

- Han fallado, nuevamente, las previsiones meteorológicas –disimulas.

Efectivamente, el sol irrumpe en el comedor, acariciando sus objetos, esos que forman parte de tu pequeña historia personal…

- Dicen, Roig, que no hay nada que hacer –le confiesas pensando en la realidad que os cubre.

Y Roig depone su abúlica actitud que suple por la del enfado…

- Pues va a ser que sí –te contesta mientras el sol sigue jugueteando con la fotografía de tu madre, con el rosario de tía Dulce, con los libros de medicina de tu abuelo o esa foto de un día de Sant Antoni en el que todavía estabais todos.

"Caritas" está evitando, con gestiones varias y siempre difíciles, desahucios –piensas–. Y, al hacerlo, quiebra la mejor definición de incoherencia que jamás has leído. La pronunciada por Jesús cuando, refiriéndose a los escribas y fariseos, señaló: "Haced lo que dicen, pero no hagáis lo que hacen, porque no hacen lo que dicen". "Caritas" dice. "Caritas" hace… Paralelamente hay alguien comiendo en un comedor social. Sabéis –Roig y tú- que, desgraciadamente, son parches… Pero las urgencias no entienden de esperas…

- ¿Y lo de "Tele 5"? –te interpela Roig.

Y lo añades… Ante la inmundicia de contenidos de la tele del caballero italiano, diversas marcas comerciales (una treintena), y marcas importantes, han retirado su publicidad de un programa concreto de la cadena. En las redes se propone que durante dos días nadie vea "Tele 5"…

- Cuentan, Roig, que las pérdidas han sido millonarias y que el canal está estudiando seriamente suavizar sus contenidos…

- Pues va a ser que sí –te contesta un Roig ahora divertido.

- Pues va a ser que sí, Roig… Que sí se puede hacer algo, amén de indignarse…

- Y si cada uno de vosotros hiciera algo…

- ¿Y si cada uno de nosotros hiciera algo?

La mañana es, ahora, como más luminosa. Las vívidas luces avanzan imparables hacia el pasillo, alumbrándolo y jugueteando con la colección de bastones, con los libros olvidados, con los cuadros ignorados… Y rescatas de la penumbra ultrajada una biografía de Teresa de Calcuta… Y una Teresa rediviva te recuerda aquello de que una gota no hace mar, pero el mar sería menos mar sin esa gota…

- Pues va a ser que sí –repite un Roig empecinado.

Enciendes la tele y la voz de los políticos irrumpe en la sala. Roig se ovilla de nuevo, con rapidez impropia de su edad. Y mirando la cegadora luminosidad de ese sol que sigue avanzando, piensas si Roig no será algo parecido a él… La criatura que, desde la elocuencia de sus silencios, ilumina, también, los más sombríos parajes del presente y del futuro que aguarda en el quicio de vuestras vidas…