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El ayuntamiento de Maó se ha gastado este año 61.000 euros en la nueva iluminación navideña y en las figuras de un belén de grandes dimensiones que el Grup de Pessebristes de Maó, en colaboración con el consistorio, ha instalado en la plaza de la Constitución. Esta decisión ha creado una nueva polémica en la ciudad, porque algunas personas piensan que con la crisis económica actual el dinero se debería haber destinado a otros menesteres. Es cierto que no es el mejor momento para gastarse 61.000 euros en bombillas y belenes, a pesar que comprendo la decisión del equipo de gobierno del PP, cuyo objetivo no es otro que crear un ambiente festivo que invite a pasear y comprar y, por lo tanto, incentivar el consumo. El problema es que, allí donde gobierna el PP, se están llevando a cabo todo tipo de recortes muy importantes para intentar paliar los efectos de la crisis y resulta difícil entender que después se gasten tanto dinero en temas menores. A pesar de todo, este viernes por la tarde, cuando se encendieron las luces, escuché con sorpresa decir a varias personas que por primera vez en muchos años Maó celebra de nuevo la Navidad y no el "solsticio de invierno". ¿Lo entienden?