Fornells años 50. Toni Burdó dirigiéndose a su restaurante con dos langostas.

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Es tal la documentación que gracias a Dios poseo del pueblo ribereño, que incluso a veces me confundo al iniciar mis escritos, bajando del estante la carpeta marcada con el número 2 cuando debió ser la 1. Que precisamente es lo que me sucedió.

El Pósito pescador del puerto de Fornells de la isla de Menorca, quedó constituido el 23 de abril de 1920. Firmado por Santiago Maspoch, siendo su delegado Leonardo del Saz Orozco.

La junta de gobierno la compusieron los siguientes señores:
Presidente
Juan Garriga Pascual
Vicepresidente
Miguel Riera Caules
Secretario
Alejo Riera Caules
Vocal armador pescador
Juan Sans Riera
Vocal obrero pescador
Juan Triay Gornés

Junta inspectora. Presidente, señor comandante de marina de Menorca. Vicepresidente, don Nicolás Pascual Meliá.

Vocales: El señor médico titular del pueblo, el señor maestro de la escuela nacional de niños, la profesora señorita Isabel Gelabert Riera, el señor contramaestre del puerto.

Administrador: Don Santiago Maspoch Meliá.

Firmaron el acta: don Bartolomé Florit, Pbro. Andrés Corantí, Guillermo Covas, Juan Garriga, Juan Triay Gornés, Jaime Vidal Villalonga, Miguel Riera, Alejo Riera, Juan Sans Riera y Santiago Maspoch.

Añadir, lo interesante que resultan las resoluciones tomadas por aquel grupo de innovadores, al ser leídas y trasladadas a los tiempos actuales. Por lo visto hubo un tiempo en que Fornells debió ser un lloc sense rei ni roc. Se hacían a la mar y cada cual a lo suyo, lo que supuso un sinfín de críticas en 1902 al salir un bando de don Emilio Guitart Savona, capitán de fragata de la Armada, comandante de Marina de la provincia de Menorca, a la vez que capitán del puerto de Mahón.

Hago saber: Que estando decretada por la superioridad la veda de langosta desde el 1 de agosto hasta 31 de marzo para la hembra y hasta el 15 de octubre para el macho y durante todo el año para los individuos de ambos sexos que no tengan 20 centímetros contados desde los ojos hasta el arranque de las aletas terminales de la cola. Queda terminantemente prohibida la pesca y extracción de dicho crustáceo durante las fechas antedichas.

Los depósitos flotantes deben quedar varados el día 15, pudiendo ser exportada la langosta hasta dicho día, siempre que haya sido pescada con anterioridad al 1º. Los contraventores a estas disposiciones incurrirán en una multa de 25 a 100 pesetas y doble si reincidiesen.

Fornells, siempre fue uno de estos lugares llamativos a la vez que atractivos, para el resto de menorquines, de ahí que se realizaran visitas al lugar.

La Casa Sturla, de la calle del Castillo 27 de Mahón, en 1908 organizaba excursiones en automóvil de cuatro asientos. Precios convencionales. Parándose en el pueblo pescador para comer la caldera de langosta de Burdó. El anuncio continuaba diciendo: Se participa a los posibles interesados que el señor P. Sturla actualmente tiene en existencia a precios muy económicos, diversos objetos y fotografías de aquella localidad. También las hay de otros puntos de Menorca, en fotografía o en fototipia.

No puedo asegurarlo, pero posaria sa ma a nes foc i no me cremaria que Sturla debió ser el primero en organizar las excursiones dominicales al pueblo ribereño. Si en 1904 llegó el primer automóvil a la Isla, es posible que a partir de aquel momento se fueran organizando los viajes en coche a motor. No debemos olvidar, que había los otros coches, los tirados por caballos, que como ya he dicho en muchas ocasiones, tenían la salida de la mansión de los Violada de la calle Anuncivai, (por tiempo agencia Exprés) donde el señor Pons, en Berruga se dedicaba a ello. Bien bajo demanda de grupos de vecinos, o familias, fabricantes que invitaban a sus operarios y por supuesto, los ateneistas.

Debieron pasar muchos años, para que el gobierno se diera cuenta de lo intransitable que resultaba hacer aquel recorrido. En 1926, el Gobierno Civil comunicó que se aprobaba el expediente de expropiación de fincas en el termino de Mercadal, con motivo de las obras para la construcción del trozo de la carretera de tercer orden de Mahón al puerto de Fornells por un importe total de ciento dos mil seiscientas cincuenta y una pesetas ochenta y cuatro céntimos. Firmado por una rúbrica ilegible bajo el cuño del Ministerio de Fomento.

El 6 de agosto de 1920, pasó por las inmediaciones del puerto la fragata Carmen que se hallaba en Fornells, levantando los planos. Días anteriores ya se había comunicado que se encontraba fondeada en aquel puerto, tan pronto como concluyan los trabajos que le fueron encomendadas por el Gobierno. A buen seguro, debió alegrar a la aldea, tal como sucedía en cada ocasión que llegaba algún navío forastero. Las tiendas vendían algo más de lo habitual, el zapatero remendón, disponía de más trabajo, y Burdó debió servir a los oficiales algún plato extra.

La primavera de 1928, a la casa Burdó se la conocía por "La Fonda Nueva".

Principalmente en verano acogía a familias catalanas, que casualmente los descendientes de aquellos continúan haciéndolo, con la particularidad que lo hacen en sus propias casas, que a lo largo del tiempo se han ido construyendo. Con la particularidad que no cruzan la bahía con los antiguos pescadores que primero los llevaron al remo, pasando a las barcas a motor, ellos gozan de espléndidos yates o canoas.

El reclamo publicitario, decía: Los que vayan a Fornells, no duden en visitar la Fonda Nueva, donde podrán comer la espléndida caldereta de langosta, buena y económica. Se vende también langosta viva a seis pesetas el kilo.

Hoy se habla de turistas, ayer se les llamó excursionistas. Algunos creen que es una industria moderna, cuando en los años 1850 ya encontramos la visita de muchos de ellos, posiblemente incitados por la cantidad de escuadras extranjeras que recalaban en el puerto de Mahón, al llegar a sus ciudades, alababan las bellezas de nuestra isla.

El descubrimiento de Na Pulida el 25 de mayo de 1831, hizo que Fornells fuera visitado por varios expedicionarios extranjeros. Cada vez que toco el tema de la cueva descubierta por don Juan Sans Garriga "des forn", evoco noches de mi infancia, que solicitaba a mi padre "al cel sia" me relatara sucesos de Na Pulida, los mismos que le había contado el suyo y éste los escuchó de sus mayores. Especialmente me quedaba admirada al contarme de una joven pareja que insistió visitar aquel lugar. Ella mujer muy espabilada vestía pantalones, algo inaudito. (Recuerdo que cada vez que me hizo referencia del suceso, añadía… semblava un masclot. Es fácil imaginar que debió ser muy criticada.

Gori, añadía: Aquella pareja de ingleses, debieron esperar varios días para hacerse a la mar, Juan, les advirtió que no siempre la entrada se encontraba disponible. Durmieron en casa de la tía Gornesa. Salieron muy de mañana, el barquero los dejó alegando que tenía trabajo en el horno y no podía quedar con ellos, quedando que regresaría a buscarlos. La pareja provista de hachas, como llamaban a una especie de largas y gruesas velas, se adentraron en su interior. Esta misma operación se fue realizando en varias ocasiones hasta que la historia o fábula, llámenla como quieran, finalizaba que en aquella ocasión, Juan, se adentro en el interior y no los halló, en Fornells se armó una revolución, muchos pescadores acudieron…. en busca de los espeleólogos, mientras otros quedaban en el muelle temeroso de aquello fuera señal de algún mal. Las más ancianas añadían… jo ho deia, que ets esperits no volien ningú. Es de suponer que Gori debió infiltrar algo de su cosecha propia haciéndome temblar con las intrigas del relato.
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margarita.caules @gmeil.com